J. HERRANZ
El compositor Rafael Cavestany está sorprendido y disgustado con lo que considera falta de formalidad de la Orquestra Simfònica de Balears, que al parecer hace ya tiempo que debería haber estrenado su Sinfonía del Apocalipsis de San Juan, escrita en Eivissa en 2000. «Se ha ido retrasando por los cambios de gerencia; y la de ahora, no se sabe por qué, tiene el tema bloqueado. El pasado junio estuvimos en el despacho de Fiol [conseller de Cultura del Govern] la consellera de Cultura de Eivissa [Carolina Torres] y yo, y nos dijo que se estrenaría en noviembre. Lo que pedimos es que se cumpla el compromiso», explicó Cavestany a este periódico.
La Sinfonía de Cavestany «es una obra de grandes dimensiones. Tiene un coro, un barítono solista. Hacerla bien es complejo, pero hasta he intentado facilitar el trabajo a la orquesta buscando un coro que sea más barato, pero nada; la callada por respuesta. Así que seguimos esperando un compromiso formal por escrito para que se programa en un concierto de abono de la temporada», precisó el músico madrileño residente en Eivissa desde hace años.
En cualquier caso, Cavestany también busca otras alternativas. «Evidentemente, la estoy moviendo por otras partes, pero es que la Simfònica de Balears se comprometió a estrenarla, y hace ya tiempo. Pero en fin, en cuanto la tenga editada la partitura, que es un trabajo muy complicado y se está haciendo gracias a la Conselleria de Cultura, la enviaré a otras orquestas y a otros directores».
El autor incluso ha escrito a Fiol «pidiendo un poco más de atención para la música contemporánea. La gente tiene derecho a conocer las novedades de este género, como pasa con la pintura, el teatro y todas las demás artes. Pero como al público le cuesta más entrar en este tipo de música, son las instituciones las que deben darle la oportunidad de que la conozcan».
Aparte de este disgusto, Cavestany mira a 2007 con optimismo, pues tiene otras obras en cartera esperando ser estrenadas pronto: una para una orquesta de cuerda de Seul y otra pieza para clarinete y piano que se presentaría en Madrid. «Las dos se harán en Eivissa», señaló, añadiendo que sigue muy ocupado con su música, sus alumnos «y con la vida, que es fantástica».