JULIO HERRANZ
La ministra de Cultura, Carmen Calvo, inaugurará el próximo lunes 30 el Museu Puget de Dalt Vila, instalado en el emblemático edificio de Can Comasema. Una inauguración que se ha hecho esperar, ya que las obras de remodelación terminaron hace unos tres años, quedando la situación bloqueada por diferencias entre el Ministerio de Cultura y el Govern balear, institución que, en principio, iba a ser la responsable de la gestión. Finalmente, el pasado febrero se desbloqueó la situación con la decisión del Ministerio de ofrecer la gestión al Ayuntamiento de Eivissa. En el convenio de colaboración entre ambas instituciones se especifica que el Ministerio aporta 80.000 euros en concepto de colaboración para contratación de personal y gastos corrientes, responsabilizándose el Ayuntamiento de todo lo demás.
La razón de tal decisión la explicó el 12 de febrero en Eivissa el director general de Bellas Artes, Julián Martínez: «No podíamos estar dando más vueltas al asunto. Había que abrirlo y cumplir el compromiso que el Estado tiene con los donantes». Así, el Ayuntamiento de Eivissa, propietario del edificio, será quien gestione el Museu Puget, que acogerá la colección de 150 obras de los pintores Narcís Puget Viñas y su hijo, Narcís Puget Riquer, donadas al Estado en 1980 con la condición de que fueran instaladas en un museo propio.
La solución final que el Ministerio de Cultura dio al caso cogió por sorpresa a la directora general de Cultura del Govern, Catalina Sureda: «La última entrevista que mantuvimos con ellos apuntaban a la posibilidad de la creación de un patronato para gestionarlo, en el que estaríamos representados», apuntó a este periódico, añadiendo que, en cualquier caso, «estamos muy contentos y satisfechos de que por fin se abra; sólo lamentamos que se haya tardado tanto en encontrar la solución». En el mismo sentido se manifestó el conseller de Patrimoni, Joan Marí Tur, que mostró su satisfacción por el desbloqueo del caso.
La esperada noticia también fue recibida positivamente por las herederas de Narcís Puget Riquer, sus hijas Guillermina y María Asunción Puget: «Estamos plenamente conformes con el acuerdo. Nos parece estupendo; al fin se podrá abrir el esperado museo», señaló el 14 de febrero a este periódico Guillermina Puget, añadiendo: «Consideramos que a través de este acuerdo se respeta la voluntad de nuestro padre, que es quien hizo la donación al Estado de lo mejor de su obra y de lo mejor de la obra de su padre». Solución que no podría impugnar ningún miembro de la familia Puget en caso de que no estuviera conforme con el golpe de timón dado por el Ministerio de Cultura. «No puede haber disidencias ni protestas en el resto de la familia, pues las herederas directas de mi padre sólo somos nosotras dos», precisó Guillermina Puget.