EUROPA PRESS-PALMA
Los obispos de la provincia eclesiástica de Valencia acusaron ayer a los poderes públicos de «hacer dejación del principio del respeto» por su actuación en relación con las obras de Ivo Hendriks expuestas en el Museu d'Art Contemporani d'Eivissa (MACE), donde se presenta a Jesucristo, al Papa Juan Pablo II y a símbolos religiosos «de manera indecorosa e irrespetuosa», según informaron fuentes del Arzobispado.
Los prelados, quienes mostraron su solidaridad al obispo y fieles de la diócesis de Eivissa a través de un comunicado, animaron al mismo tiempo a los católicos a responder cultural y jurídicamente «a todo tipo de agresiones a lo sagrado que, por desgracia, se repiten con mucha frecuencia con la Iglesia Católica» en España, lamentaron.
Los titulares de la provincia eclesiástica, que integra a las diócesis de Valencia, Orihuela-Alicante, y Segorbe-Castellón, además de las tres diócesis baleares, hicieron pública su «más enérgica condena, la reprobación más firme y el rechazo total a esas expresiones que ofenden los sentimientos de los católicos y violan el elemental y fundamental respeto por las creencias religiosas, protegido por el ordenamiento jurídico español», en referencia al contenido de algunas de las obras.
Estos hechos, a su juicio, adquieren una «gravedad aún mayor» al tener lugar en un local, antiguo templo católico, propiedad del Obispado de Eivissa, quien lo había cedido al Ayuntamiento de Vila en un convenio de colaboración, «cuyas cláusulas el Consistorio ha incumplido reiteradamente a pesar de ser requerido a ello», dijeron.
Los obispos mostraron su preocupación a la actuación de los poderes públicos que, dijeron, «además de violar las normas contractuales con el Obispado de Eivissa, dando así un deplorable ejemplo a los ciudadanos, hacen dejación del principio del respeto a las ideas y las creencias de los demás, que es un principio fundamental para la buena marcha de una sociedad democrática y la pacífica convivencia ciudadana».
Esta situación, en su opinión, «es un peligroso síntoma de la degradación de la vida social, cultural y política que puede dar lugar a una preocupante manipulación de la verdad sobre el hombre y la dimensión trascendente de la persona», advierte el escrito de los obispos.
El comunicado fue firmado por el arzobispo de Valencia, Agustín García-Gasco; el obispo de Mallorca, Jesús Murgui; el de Menorca, Juan Piris; el de Segorbe-Castellón, Casimiro López; el obispo de Orihuela -Alicante, Rafael Palmero; el obispo auxiliar de Valencia, Esteban Escudero; el obispo auxiliar de Valencia, Enrique Benavent y el obispo auxiliar de Valencia, Salvador Giménez.