El fotógrafo alemán Heinz Vontin llegó a Eivissa en 1955, cuando todavía ni siquiera trabajaba captando imágenes. Se encontró con una isla en la que el concepto de turismo masivo todavía no existía y en la que primaban los carros, las payesas y las casas encaladas. Ahora, su importante testimonio de una Eivissa que ya prácticamente ha desaparecido, se muestra en una exposición de 300 diapositivas y negativos que pertenecen al archivo del Consell y que el propio artista donó en 2006.
«Vino como turista y se alojó en el hotel Bahía de Sant Antoni, aunque recorrió todos los pueblos de Eivissa», explicó ayer el conseller de Política Cultural, Marià Torres, que destacó que el interés de las fotos es que dejan constancia de «un momento de la historia».
El encargado de la galería Via 2, Carles Fabregat, resaltó por su parte que a través de estas imágenes se puede apreciar el gran cambio que se ha generado en Eivissa en los últimos cincuenta años. Lo ejemplifica una anécdota: un guardia civil obligó a su mujer a quitarse unos pantalones cortos por resultar indecente.
Las fotografías han sido extraídas del libro Unes imatges per a la història. Eivissa anys cinquanta, en el que Felip Cirer hace una guía comentada.Vontin estuvo unos días en la isla hace un par de años con motivo de la inauguración de esta muestra en sa Punta des Molí. La exposición se inaugura el martes 22 a las 20'00 horas.