La faceta de grabador de Marià Fortuny (Reús, 1838 -Roma, 1875), una faceta artística poco conocida del prestigioso pintor y dibujante catalán, conforma la exposición Gravats, que se inaugura hoy en la sala de cultura de Sa Nostra (20'00 horas), donde estará abierta al público hasta el 14 de abril.
La muestra, de la que se ha editado un amplio y completo catálogo, reúne los 35 grabados que conforman la serie completa de la producción de Fortuny y constituyen una de las colecciones particulares más importante de grabados. Además, presenta un grabado sin catalogar titulado Àrab amb gel·laba i turbant a cavall, que ha estado inédito hasta ahora.
Fortuny gozó en vida de reconocimiento social como ningún otro artista ochocentista, no tan sólo en España sino también en París y en Roma, donde estudio becado por la Diputación de Barcelona. Roma fue el escenario de su triunfo vertiginoso, hasta convertirse en el artista de moda. De hecho, Fortuny fue el primer grabador que entró en las carpetas de los grandes coleccionistas internacionales y en los gabinetes de estampas de mayor categoría.
Según los comisarios de la muestra, Rosa Vives y Enric Juncosa, la muestra pone de manifesto aspectos tan interesantes como la influencia temática y estilística de Goya, la predilección por los temas orientales, su virtuosismo, el dominio de la gradación de los blancos y negros y su espíritu de experimentación.