JULIO HERRANZ
«Me siento muy orgulloso de que esta orquesta me haya dado la oportunidad de demostrar, poniéndolo en práctica, todo lo que uno ha ido aprendiendo en estos años». Con estas palabras, Santi Boned valoró ayer a este periódico su colaboración como 'concertino' de la Orquestra Simfònica de la Universitat de Barcelona. «Mi labor es encargarme de una sección de cuerda y hacerla trabajar para conseguir el resultado que quiere el director, Carles Pingin, que dirigió en Can Ventosa un concierto de la Simfònica Ciutat d'Eivissa», añadió el violinista ibicenco, contento de que los miembros de la orquesta sean «gente muy trabajadora que responde muy bien a las exigencias y la evolución que ha tenido esta orquesta, que es muy grande».
El próximo concierto de dicha orquesta será este jueves en el Paraninfo de la vieja Universidad de Barcelona. «Haremos la Suite de la Carmen de Bizet, y la Octava Sinfonía de Dvorak», precisó Santi Boned, informando asimismo que «también tenemos en cartera un concierto con una coral universitaria, creo, para hacer una Misa de Beethoven».
Además, la semana pasada Santi Boned recibió una llamada de Salvador Brotons, director de la Simfònica del Vallès, para que colabore en el concierto que ofrecerá el próximo 3 de julio en el prestigioso Palau de la Música. «Es una orquesta profesional que tiene bastante prestigio, y la verdad es que me sorprendió que me Brotons me llamase», señaló.
Una razón podría ser que su director conozca bien el nivel de Santi Boned, pues Salvador Brotons también es el director de la Jove Orquestra Simfònica dels Països Catalans, de la que es miembro. «Creo que ahora soy el único ibicenco, pues Cristina Prats no vino el pasado verano, no sé lo que le pasó; y no sé si vendrá esta temporada». Una agrupación que ofrecerá pronto su primer concierto en la isla: el 29 de agosto en Sant Antoni.
Además de estos trabajos con las orquestas apuntadas, Santi Boned está en Barcelona «para hacer el postgrado de violín. Sigo con mi maestro, Agustín Leonara. «Quiero llegar técnicamente hasta dónde pueda, y ver mucho repertorio», precisó el violinista, quien, aunque no sabe aún cuando, tiene previsto volver pronto a Eivissa. «Es mi intención, sí; y para todo lo que pueda, conciertos, clases... Cada vez más, me doy cuenta de que soy ibicenco y me tira mucho la isla», afirmó; aunque tal decisión suponga renunciar a algunas ventajas profesionales. «Es cierto que fuera hay más oportunidades; y tengo que decir que se reconoce mucho más tu trabajo en un sitio donde no te conocen que en casa. Es algo que me ha pasado mucho. Así que profesionalmente sería mejor que no volviera; pero creo que, como ibicenco, todos los que estamos fuera deberíamos intentar volver y tratar de hacer en casa lo que hacemos en otros sitios; porque si no, siempre está esa idea equivocada de que como en Eivissa se vive muy bien, no podemos llegar a los niveles de exigencia que tenemos fuera», concluyó.