JULIO HERRANZ
Ambiente de fiesta glamourosa y artística el que tuvo lugar ayer en la presentación del 'show room', espacio donde se integran las oficinas de venta y el piso piloto del complejo residencial Life Marina Ibiza, el primero que el prestigioso arquitecto francés Jean Nouvel, último Premio Pritzker de Arquitectura, realiza en España. Un proyecto formado por dos edificios, con 187 apartamentos en uno y 107 en otro, que con un presupuesto de 160 millones de euros, está previsto que se inaugure a finales de 2009.
La presentación del show-room tuvo una puesta en escena algo teatral. «Hemos querido crear una atmósfera de ensueño, fiesta y placer, que es como Nouvel y Ribas & Ribas (sus socios en España) han concebido el edificio principal», apuntó Sebastián Vives, uno de los promotores del complejo. Así, en la parte interior, un chef hizo una demostración culinaria de sushi, mientras los integrantes del grupo Body and Soul hacían apariciones espontáneas con atuendos de colores, plumas y otros elementos.
En la parte exterior, la acróbata Natalia Lavecchia realizó bailes y figuras en una tela a más de 3 metros de altura. Uruguaya afincada en Eivissa, la artista cerró el evento con un espectáculo de fuego y luces en el terrado. A su vez, la pintora mallorquina Rocío Mena Cañales, 'Cañellas', alumna de la Escuela de Arte de Munich y reconocida como joven talento, fue plasmando en directo sobre varios lienzos su visión del edificio de Jean Nouvel. Y como banda sonora de la fiesta, música servida por Pippi, uno de los djs más conocidos de la isla.
La ausencia más significativa de la fiesta de presentación del show-room del Life Marina Ibiza fue precisamente la de Jean Nouvel, quien sí estuvo presente en la colocación de la primera piedra del edificio, el pasado 21 de septiembre, cuando manifestó «sentir una gran emoción» porque su proyecto empezaba a andar. «Es el momento de los nervios para el futuro placer», apuntó, destacando «la especificidad de este proyecto, concebido como un teatro italiano abierto al mar y con el horizonte de Dalt Vila, una ubicación privilegiada y singular». Complejo residencial cuyo edificio principal está formado por pisos de distintos colores con la balconada continua y serpenteante cubierta de flores. «Es lo que yo llamó las boas de Eivissa», ironizó Nouvel.
Con un techo edificable de más de 35.000 m2, tiene una duración prevista de entre 30 y 36 meses. Los trabajos están actualmente paralizados por la normativa que rige durante el periodo estival para las construcciones en zonas turísticas de la isla.
Un micromundo
Jean Nouvel también explicó cuando puso la primera piedra del Life Marina Ibiza las particularidades del edificio principal del complejo, «concebido como un micromundo, un gran jardín vegetal con muros sin tierra, sólo aguas, plantas y flores». En cuanto al segundo, destaco «las rejas blancas para crear una vida interiorizada con una isla en medio. Cada terraza está protegida por persianas desde las cuales los inquilinos pueden cotillear la vida de los otros o abrirlas por completo como una gran ventana abierta al horizonte», precisó.