JULIO HERRANZ
El Museu Puget (Can Comasema, Dalt Vila) acogerá a las 18,00 horas de hoy jueves la inauguración de la exposición Punt de fuga. Narcís Puget Viñas. Fotógrafo, que estará abierta al público hasta el 31 de marzo. La muestra, con material del Arxiu d'Imatge i So del Consell d'Eivissa, está integrada por 55 fotografías en blanco y negro, 25 postales y una colección de clichés de vidrio. Una pequeña muestra de las 600 fotografías que del reconocido pintor y fotógrafo ibicenco tiene dicho archivo, tomadas entre 1897 y 1951, como precisó ayer en la presentación Lina Sansano, directora del Museu Etnogràfic d'Eivissa y una de las comisarias de la exposición, junto con Elena Ruiz, directora del Museu d'Art Contemporani d'Eivissa (MACE) y también responsable del Museu Puget. Presentación a la que también asistieron la concejala de Cultura del Ayuntamiento de Vila, Sandra Mayans, y el conseller de Cultura, Marià Torres.
Las fotografías presentadas en la exposición, la primera entrega de una serie en marcha, son copias recientes a partir de sus cliché-cristal, «verdaderos incunables de extraordinario valor»; algunos, estereoscópicos (imágenes duplicadas para verse reintegradas por medio de un visor), mientras que otros fueron realizados con emulsiones pancromáticas (a partir de 1914).
Según explicaron las comisarias, de la muestra destaca el trabajo que Puget Viñas hizo con el retrato, «considerado a principios del siglo XX el verdadero objetivo de la fotografía». Así, se pueden ver numerosas imágenes que han sido 'retocadas' o coloreadas, muchas de ellas de temas costumbristas y folklóricos. «Hay que señalar el mérito que tenían las modelos, pues tenían que quedarse quietas durante al menos 10 segundos para que la fotografía no saliera movida. Estos inconvenientes técnicos de la época hacen que muchas de las personas que aparecen en la fotografías muestren una rigidez gestual bastante acusada a veces».
Elena Ruiz diferenció el interés particular de cada una de las comisarias: «Lina conoce el material desde la documentación etnológica de una cultura que ya se está perdiendo. Una faceta que se complementa con el interés que tengo yo, puramente intuitivo: ver qué cosas hay en su pintura que también están en las fotos, porque eso nos da una dimensión mucho más completa de la personalidad del artista».
Según la directora del MACE, «Puget Viñas era un hombre apasionado y de carácter expansivo; lo que se nota bien en su pintura. Yo creía que exageraba en la ropa y otros detalles, pero resulta que no: era un exagerado en hacer todo lo que hizo, pero no en lo que hizo. Sus fotos lo demuestran, y es fascinante constatarlo con esta exposición en el museo donde están sus pinturas», precisó Ruiz, quien también destacó «su interés como fotógrafo por la profundidad, por la caja espacial, la perspectiva; el punto de fuga del Renacimiento. Algo que resulta muy revelador de su compleja personalidad creativa».