JULIO HERRANZ
La conferencia que Antonio Gómez (Cuenca, 1951) ofreció el pasado sábado noche en es Polvorí sobre poesía visual, dentro de la II Trobada Internacional de Literatura Eivissa, Port Mediterrani del Llibre, fue una de las actividades más celebradas del encuentro. Ilustrada con diapositivas de una selección de sus creaciones visuales y comentarios de su autor, el auditorio rompió al final en un prolongado aplauso que demostraba la grata impresión que le había dejado este polifacético artista, cuya obra se ha presentado en más de 300 muestras colectivas realizadas en más de 20 países y cuya actividad profesional desde 1986 es la de monitor ocupacional en una comunidad terapéutica para la rehabilitación de toxicómanos, en la ciudad de Mérida, donde reside desde 1977.
Antonio Gómez mostró ayer a este periódico su satisfacción por su participación en el encuentro literario en Eivissa, isla que conoce desde 1967. «Ha sido una sorpresa positiva; no me lo imaginaba así. No pude asistir a todo, porque llegué dos días tarde, pero lo que vi tenía un nivel muy grande; y de mi intervención, de la que quedé encantado, surgieron muy buenas vibraciones. El problema es que no trascienda, que no se hay publicitado bien. Se le podía haber sacado más partido si hubiera estado más abierto al público, a los profesores de literatura, a los institutos; porque el esfuerzo ha sido grande. Es lo que he echado de menos, porque los que asistíamos a los actos éramos gente de la organización, participantes y poco más», precisó.
Preguntado por cuál de sus facetas creativas prefiere, Gómez lo tiene bien claro: «Prima de siempre la poesía escrita tradicional, que es como empecé. De ahí ha ido surgiendo todo lo demás. Nunca he dejado de escribir. Los poemas clásicos van por un sitio y este tipo de obras va por otro. Son rachas. A lo mejor te pasas unos meses centrado en un tipo de obra y automáticamente pasas a otra; o muchas veces estás trabajando las dos cosas a la vez», reconoció el polifacético artista.
Como bien pudieron apreciar los que asistieron a su conferencia, el eco de Joan Brossa está bien presente en su poesía visual.Algo que no le molesta en absoluto. «Para nada; para mí es una satisfacción el que me asocien a él. Tuve la suerte de cartearme y de exponer con él en alguna colectiva. Para mí Brossa es quien ha revalorizado todo esto y gracias a él se nos está teniendo en cuenta a nostros. Toda su obra me gusta muchísimo», concluyó.
En su intervención el sábado en la clausura del encuentro, el teniente de alcalde del Ayuntamiento de Eivissa Vicent Ferrer expresó el compromiso de la institución para que la Trobada Internacional de Literatura tenga continuidad. Por su parte, el director del encuentro, Gabriel Torres Chalk hizo un balance positivo de las actividades llevadas a cabo en los cinco días de programa y confió en los apoyos para poder seguir.