La Fundación Antoni Tàpies de Barcelona reabrirá sus puertas en el primer trimestre del año que viene tras unos dos años de obras de adecuación y remodelación con las que ganará 590 metros cuadrados: 360 para las oficinas y 230 para espacios polivalentes que acogerán conferencias y talleres.
La exposición inaugural de esa nueva etapa de la prestigiosa fundación estará inspirada por el libro de Tàpies L'art i els seus llocs. La muestra acogerá las obras más recientes del artista --a sus 85 años sigue creando--, así como otras de firmas diversas que se basan en ese libro, explicó ayer la directora de proyectos y directora adjunta, Laurence Rassel.
La reforma en principio tenía que durar seis meses y mejorar aspectos de accesibilidad, así como adecuar las instalaciones a la norma vigente, pero una vez metidos en obras, los directivos decidieron hacer una segunda fase de remodelaciones --que se planteaban abordar dentro de unos años-- para traspasar las oficinas a dos nuevas plantas que se construirán sobre el actual auditorio y recuperar, con este traslado, la segunda planta del museo para uso público.
El arquitecto responsable de la obra, Iñaki Abalos, indicó que dentro de tres meses estarán construidas esas dos nuevas plantas para las oficinas, que se añaden a la cota del patio interior de manzana del Eixample a la que da la fundación, pero que no supera la altura de los edificios colindantes. La biblioteca de la fundación, donde el cineasta Woody Allen rodó algunas escenas de su película Vicky Cristina Barcelona, se mantendrá intacta, y la fachada del edificio construido por Lluís Domènech i Montaner tampoco se modifica, pero se recuperan los acabados originales de este edificio emblemático.