La asociación Recuperem l'Aqüeducte de s'Argamassa (Resar) convocó ayer una protesta ante este conjunto arqueológico romano de la zona de Cala Pada, en Santa Eulària, como queja por el estado de deterioro de este Bien de Interés Cultural (BIC). «Ha sido todo un éxito, a pesar del poco tiempo de la convocatoria. La gente ha respondido muy bien; han venido unas 200 personas, frente a las 14 de la primera vez», apuntó ayer a este periódico María Jesús García, presidente de la asociación, creada el pasado otoño.
El motivo añadido en esta ocasión «ha sido la rotura del pequeño paseo que ponía en contacto a los ciudadanos con el acueducto», apuntó García, añadiendo que entre los manifestantes había una representante de Greenpeace, «que se lleva las manos a la cabeza ante el desinterés de las instituciones, aunque está orgullosa de la respuesta cívica y del debate que estamos teniendo sobre la forma de llegar a las instituciones por la vía más democrática y eficaz posible». De momento, Costas no ha contestado a los dos escritos remitidos por Resar para que el caso sea resuelto, mientras que el Govern «sólo me da buenas palabras», precisó García.