La Demarcación de Costas de Balears ha encargado un proyecto de actuación para proteger el conjunto arqueológico de s'Argamassa, que incluye un acueducto y la villa anexa pegada al mar; un conjunto romano y bizantino construido en la época alto imperial, entre los siglos I y VD d.C., declarado Monumento Histórico Artístico en 1982 y Bien de Interés Cultural (BIC) en 1986. «Al ser una zona arqueológica se tiene que actuar con la máxima precaución. Lo que se ha hecho es encargar una asistencia técnica para que se redacte un proyecto para la actuación en toda la zona de s'Argamassa», explicó a este periódico el delegado de Costas de las Islas, Celestí Alomar.
La iniciativa apunta en la misma dirección que señaló el pasado diciembre el responsable de Arqueologia del Consell d'Eivissa, Joan Ramon. «Se ha de hacer un muro dentro del mar que impida que la erosión siga comiéndose el monumento, algo que ya ha hecho en una parte muy grande del acueducto y de la villa, pues cada año sigue batiendo y deteriorando el conjunto», explicó el arqueólogo a este periódico.
Deterioro que sigue avanzando imparable, provocando la pasada semana la segunda manifestación de protesta in situ de la asociación Recuperem l'Aqüeducte de s'Argamassa (Rasar). En esta ocasión, «por la rotura del pequeño paseo que ponía en contacto a los ciudadanos con el acueducto», según apuntó María José García, presidenta de Rasar.
Plazos
En cuanto a los plazos del proceso a seguir, Alomar precisó que «a esta asistencia técnica se le da un plazo de seis meses para que redacte el proyecto», exponiéndose a continuación en audiencia pública «para que todas las administraciones y los afectados puedan informarlo», añadió el responsable de Costas, insistiendo en que el proyecto «hay que hacerlo con todo el rigor que necesita una zona como esta».
Con tal voluntad, Costas y el Consell d'Eivissa «estuvimos hablando del tema hará cosa de un año. Primero intentamos una solución, después otra y al final se optó por esta, que creemos que es la más conveniente, ya que contempla los aspectos arqueológicos y de medio ambiente», aseguró el delegado de Costas.
Respecto a las cuestiones medioambientales, el responsable de Arqueología del Consell d'Eivissa informó en diciembre que el conjunto está afectado «por un problema de vegetación; por las raíces de árboles y arbustos que se tienen que ir eliminando. Ya se han hecho algunas campañas en ese sentido, pero vuelve a crecer. Se puede consolidar en algunos puntos, aunque es un monumento relativamente duro, como una roca. De ahí el nombre que tiene de s'Argamassa», precisó Ramón, añadiendo entonces que también hay que considerar otra cuestión: «Es cierto que una de las salas del hotel s'Argamassa está pegada al monumento, pero este inmueble fue construido antes de que el conjunto patrimonial fuera declarado BIC».
Así las cosas, el conjunto de s'Argamassa sigue esperando el plan especial de protección que prescribe la Ley de Patrimonio; un plan que, según algunos miembros de la asociación Rasar, puede llegar demasiado tarde.