El conseller d'Educació, Bartomeu Llinàs, confía en que las obras del Conservatori estén finalizadas para el curso 2010-2011, pese a los problemas con la empresa Acciona Infraestructuras. «Hay un desacuerdo económico, tenemos que cerrar algunas cosas con la empresa, pero es la negociación básica y normal que se hace entre la Conselleria y una empresa que construye un centro. Puede haber puntos de vista diferentes», apuntó Llinàs que visitó ayer por primera vez las obras del Conservatori, recibiendo las explicaciones del arquitecto del proyecto, Alfredo Payá.
Llinàs aseguró que el retraso no es por falta de personal, sino por «muchas cosas»; como la paralización del proyecto tras el hallazgo de restos arqueológicos, que han retrasado las obras iniciadas en 2005. «He hablado con el arquitecto y dice que en dos meses se puede terminar, empezar y terminar», dijo el conseller tras la visita, en la que apenas había movimiento de obreros.
El presupuesto inicial del proyecto era de 4,3 millones, pero ha subido actualmente a los 5,5. El conseller aseguró que «no ha tenido ninguna relación negativa con la empresa»; que lo sucedido «forma parte del trabajo de cualquier construcción que después se tiene que revisar. Es una magnífica construcción para Eivissa y para el Conservatori», aseguró Llinàs, quien no quiso garantizar al cien por cien que las obras puedan estar acabadas al inicio del próximo curso, pero subrayó que «la información de la que dispongo es de que así será».
Tras la visita, el conseller calificó el edificio como «magnífico». «Es un edificio singular que no solemos construir, porque los centros que hacemos tienden a ser del mismo tipo para que sean más económicos, pero este me ha gustado mucho; se sale de la rutina y tiene unas capacidades y una dignidad brutal», reconoció Bartomeu Llinàs, precisando que «casi todo está por terminar».