Fiel a la reputación que se ha ganado en tierras ibicencas y que les hace venir con cierta asiduidad a actuar a las Islas, el Ballet de Moscú no defraudó durante la actuación que tuvo lugar en el centro cultural Can Ventosa. El hecho de que la pieza que representara fuese El lago de los cisnes, de Tchaikovsky, sin duda contribuyó al lucimiento de una formación que tiene esta obra como uno de los espectáculos fijos en su cartera.
La historia del príncipe Sigfrido y su historia de amor con la hechizada Odette volvió a mostrarse con toda su belleza en una representación en la que el público ibicenco pudo comprobar las cualidades técnicas y artísticas de Nikolay Olyunin, nuevo solista masculino de la formación moscovita.
Como co-protagonista repitió en cambio la habitual primera bailarina Natalia Kungurtseva, toda una experta en transmitir las dos facetas, inocente y sensual, que adopta su personaje en función de la escena.
El ballet que dirige Timur Fayziev volvía ayer a Eivissa como parte de una 'mini gira' que está llevando a cabo por Balears y que les hizo representar esta misma pieza en Mallorca hace tan sólo unos días.
El lago de los cisnes ha sido presentado ya en otras ocasiones por el conjunto ruso, que también ha representado en los escenarios ibicencos otros clásicos del ballet como El Cascanueces, La bella durmiente o Romeo y Julieta.