Después de más de un año esperando la licencia de obras para poder poner en marcha el proyecto de rehabilitación del teatro Pereira, parece que la situación de atasco del expediente en el Ayuntamiento de Vila acabará en breve. «Confío en que la comisión del Pepri de la semana que viene dé el informe favorable definitivo a la obra; aunque dependerá de lo que digan los técnicos. Entonces, ya sólo faltaría que la Comisión de Patrimonio, que creo que se reúne en agosto, lo vea y ya está. Con lo que podemos decir que dentro de ese mes se puede otorgar la licencia de obras», explicó ayer a este periódico el concejal de Vivienda y Núcleo Histórico del Ayuntamiento de Eivissa, Marc Costa.
Un retraso que no entiende la propiedad de este Bien de Interés Cultural (BIC) del barrio de la Marina. «El proyecto fue aprobado hace más de un año por las comisiones del Pepri y de Patrimonio, y ya se aprobó también la licencia de actividades, pero está atascado en detallitos técnicos muy menores. Nuestra voluntad habría sido empezar la obra el pasado enero; pero estamos a la espera de la licencia, confiando en que no perdamos también el invierno que viene», señaló Pedro Matutes, portavoz de los propietarios (la familia Matutes), añadiendo: «Nuestro arquitecto, Julio Carreño, que tengo entendido que está trabajando en el tema del Parador, es una persona con experiencia en el tratamiento de edificios históricos. Sé que está en contacto con el arquitecto municipal, y supongo que están buscando soluciones al problema que puede haber salido; pero seguimos sin poder plantearnos ningún tipo de obra».
Buena disposición
Por su parte, Marc Costa mostró la buena disposición del Consistorio hacia «un expediente al que tenemos muchísimo cariño»; asegurando que «es la obra en un BIC de carácter privado más importante que se puedE realizar en el centro histórico, lo que demuestra la sensibilidad de la propiedad hacia la recuperación del patrimonio municipal e insular».
El concejal del Núcleo Histórico apuntó que «desde un primer momento hemos estado muy en contacto con la propiedad, con conversaciones previas y permanentes durante todo el procedimiento. Con una coordinación absoluta entre la propiedad, el Ayuntamiento y el Consell, como no podía ser de otra manera, porque al ser un BIC tiene que tener autorización de Patrimonio».
Y Costa recordó los últimos pasos dados por el proyecto Pereira: «A principios de 2009 entró el expediente de obra, del que se informó favorablemente por parte del Ayuntamiento y por el Consell, y en el que había una serie de salvedades técnicas no muy trascendentales, pero los técnicos consideraron que había que subsanarlas». Y luego vino el tiempo de exposición pública para las alegaciones que pudieran presentarse a la licencia de actividades, que se otorgó el pasado abril; con lo que el camino parece ya libre de obstáculos, a la espera de lo que dictaminen finalmente los técnicos la semana que viene en la comisión del Pepri.
Aunque, según precisó Pedro Matutes, «no va a ser nada fácil planificar esta obra y trabajar, al menos durante una buena parte del año. Además, después de la licencia de obras vienen muchas otras cosas. Hay temas de todo tipo, y en la planificación de la obra tienes que ver con qué locales trabajas, cómo, de qué manera... Tiene su complicación; pero hasta que no tengamos la licencia en las manos no podemos hacer absolutamente nada», insistió.
El proyecto
El proyecto del plan de usos y rehabilitación del teatro Pereira, aprobado en mayo de 2009 por la Comisión de Patrimonio, contempla que al fondo haya una gran pantalla digital con diferentes usos. También contará con un sistema de escenarios «muy especial», porque permitirá adaptarse al evento a realizar, con un escenario central móvil.
El portavoz de los propietarios, Pedro Matutes, explicó que tiene papeles de finales del siglo XIX que reflejan que el teatro Pereira era un «teatro circo», con escenario central. «Queremos recuperar esta posibilidad con escenarios que se levanten y bajen para poder hacer todo tipo de espectáculos», aseguró, añadiendo que el plan de usos también tiene previsto montar conciertos, congresos y exposiciones en este Bien de Interés Cultural de la Marina que lleva cerrado ya demasiado tiempo.