Hasta el próximo 9 de septiembre estará abierta al público en el claustro del Ayuntamiento de Vila la exposición de fotografías de Toni Vidal (1934, Es Castell, Menorca) Una mirada enrere. Eivissa als inicis dels anys setanta, inaugurada ayer. Como complemento, el Consistorio ibicenco, con la colaboración del Institut d'Estudis Baleàrics (IEB), ha publicado en la editorial Mediterrània, con el número 3 de la Col·lecció Mirador, un volumen con las 75 fotografías de la muestra, acompañadas por 27 poemas de Isidor Marí más textos de Ana Colomar y Vicent Marí Costa. «Las fotos son parte de un reportaje que hice en 1971 por encargo del Col·legi d'Arquitectes de Catalunya, pero quedó muerto; así que, después de 39 años, por fin puede verse en público. Ya son, pues, mayores de edad y se las ve contentísimas en la exposición», apuntó ayer Toni Vidal en la presentación de la muestra.
Fueron ocho días de un trabajo en el que «me orientó bastante Jutta de Can Negre. Ella amaba mucho la isla y quería que se hiciesen cosas que fueran auténticas, no para el turismo», precisó Vidal, quien apenas tuvo tiempo para hablar con la gente que retrató entonces. «Yo iba a velocidad de vértigo y casi no tenía tiempo de hablar con la gente que retrataba», reconoció.
Por su parte, la concejala de Cultura, Sandra Mayans, comentó que el proyecto doble que ahora ve la luz nació hace tres años por iniciativa de Sonya Torres Planells, quien descubrió en el estudio de Vidal en Barcelona el interesante material inédito. «Fanny Tur comenzó el trabajo y lo ha completado Ana Colomar», precisó Mayans, calificando de «todo un lujo, una joya, la exposición y el libro».
La misma opinión manifestó Isidor Marí, quien precisó que hará unos 15 años Vidal (a quien conoce desde 1968) le habló de la colección para preguntarle «si podrían publicarse acompañadas de textos literarios». «Me impresionaron mucho, por su calidad y por las emociones que me provocaron, pues me devolvió la Eivissa de cuando yo era joven».
Marí Costa apuntó que el trabajo de Toni Vidal «capta un momento histórico de gran importancia», y deseó que «la generación que yo representó (nació en 1985) aprenda del pasado». Y por su parte, Sonya Torres recordó que las imágenes «me tocaron la fibra de ibicenca, por la sensibilidad y calidad del trabajo; por eso pensé que un testimonio así tenía que verlo todo el mundo».