La cantante Tokunbo Akinro y el saxofonista Morten Klein son las piezas fundamentales de la formación alemana Tok Tok Tok que hoy actúa a partir de las 22 horas en el baluarte de Santa Llúcia. Tras once años de carrera han decido cumplir un sueño y dedicarle un disco completo a los Beatles. Se trata de su último trabajo llamado Revolution 69.
-¿Tras dos años sin visitar un estudio de grabación, qué les empujó a hacerlo con un disco 'Revolution 69', dedicado por completo a los Beatles?
-Tokunbo: Lo de hacer un album de tributo a los Beatles siempre fue una idea que tuvimos en la cabeza. Ya habíamos hecho versiones de algunas de sus canciones como 50 ways to leave your lover o Love again y cuantas más hacíamos, más ganas teníamos de grabar un álbum entero. El problema era encontrar el momento. Así que, cuando supimos que 2010 suponía el 50 aniversario de la formación de la banda pensamos que era el momento perfecto para publicar este álbum con el que llevábamos tanto tiempo soñando.
--¿Cuál ha sido la versión más complicada?
-Morten: Quizás la versión de las canciones más conocidas como Help o Get back. Es difícil sacarla del esquema mental que todos tenemos e intentar hacer nuestra propia versión. No queríamos copiarlas.
-T: En mi caso fue She's leaving home. Cuando la escuchas esperas oír los instrumentos de cuerda y el coro originales y para nosotros estaba claro que teníamos que cambiar eso completamente. Sólo cogemos la esencia de la canción y la 'desnudamos' en cierta manera. Cuanto más opulenta es una canción, más la desnudamos y la simplificamos. Esa es nuestra estrategia de trabajo.
-¿Tan actual sigue siendo la música del cuarteto de Liverpool?
-T: Absolutamente, creo que su música es universal. Las letras están tan bien escritas, compuestas de una manera brillante y los temas también están de rabiosa actualidad. Por ejemplo, Revolution, que claramente transmite una conciencia social. Y esta es una de las razones por las que decidimos que ese sería el título del álbum, porque actualmente creemos que es el momento para una nueva revolución. Con todos los problemas medioambientales que sufrimos, los conflictos, las guerras entre países, gentes, distintas religiones, etc., debemos unirnos para dejar un mundo mejor para las futuras generaciones.
-Iniciaron su carrera haciendo versiones, luego pasaron a interpretar temas propios y, ahora, regresan a las versiones en su nuevo disco. ¿A qué se debe el cambio?
-M: Desde el principio de nuestra carrera pensamos en este álbum pero no encontrábamos la manera ni el momento adecuados. Ya hemos tenido la oportunidad de publicar nuestros trabajos originales y creemos que tras once años de carrera nos merecíamos este 'capricho'. Hemos trabajado mucho en nuestras canciones y, por supuesto, haremos muchos temas propios en el futuro. Espero que dentro de diez años más, podamos mirar con orgullo este álbum.
--Hay quien piensa que su propuesta no encaja al cien por cien en un festival de jazz, ¿qué les respondería?
-M: Quizás tienen esa concepción si sólo han escuchado nuestros cds, pero dudo que la tengan si nos han visto en directo. Existe una diferencia entre el trabajo que hacemos en un estudio y el directo. En un álbum intentas que el trabajo sea profesional, puro y que el resultado no pase de moda. Sin embargo, somos músicos de jazz, nuestra formación es esa. Así que, en los conciertos, incluimos más solos y le damos un amplio margen a la improvisación. Un concierto es un momento único y especial.
-T: También creo que depende de la idea que tengas de lo que es el jazz. ¡Existen tantas variaciones! Y la manera en que el jazz evolucionó fue también a raíz de la mezcla con otros estilos. Eso es jazz para nosotros.
-¿Cuales son sus músicos de referencia?
-T: Chet Baker y Billie Holiday. Creo que son muy auténticos y profundos. Es curioso, porque a algunos artistas les gusta fingir algo que no son sobre el escenario. Ese no es nuestro estilo. Nuestra faceta vital y nuestra faceta artística se convierten en una cuando salimos al escenario.
-¿Eso es lo que el público verá esta noche?
-T: ¡Eso esperamos! (risas). En algunos momentos nuestro concierto es muy íntimo, incluso espiritual, por llamarlo de alguna manera. Pero en cualquier caso se trata de que sea algo auténtico. Tenemos muchísimas ganas de tocar allí.