Siguiendo ya una tradición que se remonta a principios de los 80, Antonio Hormigo cumple de nuevo con la cita bianual que desde entonces tiene con la galería Berri de Sant Agustí, en la que hasta el próximo día 30 presenta una exposición inaugurada el pasado sábado de sus esculturas, realizadas con maderas de la isla.
Para la ocasión, el veterano escultor de Sant Antoni ha seleccionado en torno a una veintena de obras de formato pequeño y mediano sobre animales y temas mitológicos trabajadas en los dos últimos años. «Con el tiempo, Antonio ha logrado una madurez artística que sigue sorprendiendo a sus muchos seguidores, por su elegancia y su equilibrio entre la forma natural del árbol elegido y la que imprime a la pieza con su precisa y hermosa realización», explicó ayer a este periódico Gastao Heberle, responsable de esta recoleta y singular galería de Sant Agustí, la favorita de la isla para algunos artistas, como es el caso de Antonio Hormigo o (lo era) del pintor Vicent Ferrer Guasch.
Con sus 80 años cumplidos, la trayectoria creativa autodidacta de Antonio Hormigo ha merecido diversos reconocimientos, como el Premi Portmany, que le concedió en 2008 el ayuntamiento de Sant Antoni. Los interesados en conocer los avatares, etapas y características de este escultor, siempre fiel a la naturaleza de la isla y a su vocación por el volumen expresivo, pueden encontrar cumplida cuenta de su mundo creativo y personal en el libro Antonio Hormigo. Matèria i esperit, que publicó en 2008 el investigador y crítico Miguel Àngel González, quien dedicó una obra parecida a Ferrer Guasch.