La galería Via 2 de Eivissa acogerá a las 20,30 horas de mañana jueves la inauguración de una exposición de pinturas de Guillermo Fornes (Bilbao, 1964), que estará abierta al público hasta el próximo día 23. La muestra la componen 17 obras; ocho lienzos realizados con técnica mixta ( base de resinas, barnices y soplete con calor y agua a presión para darle una textura especial) y nueve trabajos en papel. «Son monotipos, obra gráfica original no seriada realizada sobre una plancha única», apuntó ayer el artista, cuya relación con la isla viene de lejos. «Soy bisnieto de Narcís Puget Viñas, así que lo del arte me debe venir por vía genética», precisó Fornes, quien pasa temporadas en la isla (donde tiene casa), aunque vive normalmente entre Bilbao, Londres y Madrid.
Su última exposición individual en Eivissa fue en 2006, también en Via 2. «Yo siempre con Antonio (Torres Font, responsable de la galería); y tampoco hay mucha elección ahora en la isla para exponer», comentó el pintor, que considera que su obra «es muy autobiográfica; trato de conectar con mis propias emociones, procurando que los demás se identifiquen conmigo y comuniquen con la obra. Por eso cuando me dicen que describa mi pintura digo que son poemas, pues es una pintura muy intimista».
Guillermo Fornes estudió Bellas Artes en Londres, aunque también tiene estudios de empresariales, marketing y psicología. «Al final, todo lo que aprendes te sirve a la hora de pintar. Aparte de la técnica y el bagaje cultural, saber cómo funcionan las cosas te ayuda a expresarte mejor», aseguró el artista, que cuenta en su trayectoria con 42 premios.
Entre sus últimos movimientos creativos, apuntó que «acabo de cerrar una exposición en Holanda, en la Open Art Fair, y en noviembre tendré otra en Madrid, entre otras cosas. Haya crisis o no, hay que luchar, y estoy en la lucha; trabajo con bastantes galerías y me muevo bastante», señaló el artista vasco, el precio de cuyas obras se mueve entre los 4.800 euros (lienzos grandes) y los 1.200 (los de pape).
En cuanto a sus referentes, Fornes reconoció que «mis grandes influencias son el expresionismo abstracto norteamericano (Pollock, Rothko...) y el arte japonés. «Me interesa mucho el arte zen de la pincelada de tinta; cómo un simple trazo puede transmitir tanto sentimiento, me parece algo inmenso. Y luego, todo el mundo del grafismo, en los que a veces meto como poemas inventados, con letras chinas, grafismos...», explicó el polifacético y ya maduro artista, cuya obra se mueve entre una fuerza expresiva apasionada y el lirismo delicado y sutil del arte oriental.