Hasta el próximo 16 de enero el Photomuseum de Zarautz acogerá la exposición Muros en la luz. Dialéctica del claroscuro, de Pedro Giménez, inaugurada el pasado martes. La muestra del artista madrileño relacionado con la isla desde hace años, reúne 34 instantáneas en blanco y negro tomadas en los últimos años de iglesias y casas payesas ibicencas. «La mayor parte las tomé hace unos meses; y como siempre, lo que hago es jugar con geometrías, volúmenes y sombras», apuntó ayer a este periódico el fotógrafo, que ya ha mostrado en varias ocasiones sus trabajos por distintos escenarios de la Península.
La exposición de Pedro Giménez está acompañada por un texto del poeta leonés Antonio Colinas, residente en la isla durante dos décadas, en el que califica las imágenes de «inconfundiblemente ibicencas, pero a la vez, tan de todos, tan universales. Y es que el mensaje de este artista sitúa al ojo del que contempla en los límites del ser y del conocer. Por eso, estas fotografías, como el verdadero arte, suscitan preguntas eternas, pero, a la vez nos conceden sabias respuestas, esas respuestas que los humanos siempre esperamos pero que rara vez nos llegan».
En opinión del autor de Sepulcro en Tarquinia el mensaje de las instantáneas de Giménez «es aparentemente muy simple y muy claro: un diálogo continuo de la luz de la cal de los muros con la propia luz de la isla, que no es cualquier luz, que es una luz muy especial; un diálogo de luces y de sombras en el que apenas interfieren otros signos o señales» para cumplir «una de las muchas funciones del arte, la de revelarnos lo que el ser humano desconoce».