El lunes se conocía la noticia de que Eduardo Elisio Machado Souto de Moura (Oporto, 1952) sería galardonado por su trayectoria en el premio que se conoce como el 'Nobel de la arquitectura'. Los organizadores del Pritzker Arquitecture Prize se vieron obligados a hacer público el nombre del galardonado de este año después de que un portal de internet se saltara el embargo de la información y filtrara la noticia antes de lo esperado. Souto de Moura trabajó para Alvaro Siza, el primer portugués en conseguir este galardón (en 1992) durante cinco años.
El prestigioso arquitecto portugués es un auténtico apasionado de la antigua arquitectura fenicia y conocía de cerca las particularidades de la arquitectura ibicenca gracias al trabajo que Josep Lluís Sert había realizado en varios lugares de la isla por lo que no dudó en aceptar la propuesta que el aleman Volker Eschmann le hizo para proyectar una casa en la Isla. «Él estaba trabajando en un encargo importante en Barcelona pero decidió venir un fin de semana a Eivissa para ver el terreno», rememoraba ayer Eschmann desde Berlín.
Respeto por el entorno
El alemán eligió a Souto de Moura por la manera en que éste integra la construcción con el paisaje y su entorno para que erigiera su hogar cerca de Sant Carles. «La traducción moderna de la antigua manera de construir de los fenicios le atrae muchísimo. A la hora de construir trata de integrar y respetar, no sólo el entorno paisajístico, sino también el cultural», resaltó Eschmann, que añadió que «se trata de que las edificaciones no causen un gran impacto visual».
Souto de Moura llegó por primera vez a Eivissa en el año 2006 y ha regresado posteriormente en dos ocasiones. Sin embargo, Eschmann quiere vender el proyecto de la que iba a ser su casa. «Han sido cinco años de trámites. Es muy complicado conseguir una licencia de construcción en Eivissa pero, finalmente, la tenemos».
Tras meses de trabajo, el ganador del Pritzker logró diseñar una casa funcional, acogedora e integrada perfectamente en el entorno en el que está situada. A pesar de esto, el lugar sigue vacío y no se ha puesto siquiera la primera piedra.
Terreno, planos y permisos por menos de un millón de euros
La finca para la que se concibió este proyecto está situada cerca de Sant Carles, en el valle de una montaña. «En suelo rústico, con bosques y abundantes pastos», apuntaba ayer Eschmann, que tras años de espera para conseguir la casa de sus sueños ahora pone a la venta este proyecto a través de la web www.volkereschmannprojects.com donde explica pormenorizadamente todos los datos, las características y las múltiples posibilidades que ofrece una casa diseñada por uno de los mejores arquitectos del momento.
El etnólogo alemán comparte la visión integradora del pasado en la forma de vida contemporánea que tan famoso ha hecho a Souto de Moura. «No quería un simple 'chalet', porque algunos de ellos han sido construidos de forma muy fea», aseguraba.
Ahora, tras años de espera para conseguir lo necesario para la construcción vende el terreno, los planos y la licencia de construcción de la casa por la nada despreciable cifra de 790.000 euros.