«Ahora mismo hemos completado un 99 por ciento del montaje, un 50 por ciento de la música, un 20 por ciento de la postproducción de sonido y un 20 por ciento del etalonaje. Podríamos decir que tenemos la pelicula montada en un 95 por ciento». Así define el director Héctor Escandell el estado del cortometraje Los crímenes del Día de Todos los Santos, que rodó junto a Vicent Torres en agosto del pasado año y cuyo destino es el de convertirse en un largometraje. «No lo hemos descartado, no hemos llegado a la película principalmente por motivos económicos. Esta versión, de hecho, está pensada para moverla y conseguir inversores, tanto en festivales como en encuentros pesonales, que nos permitan terminar el trabajo», explica Escandell, consciente de la dificultad de la tarea.
Así que todo el esfuerzo del equipo se centra ahora en conseguir el producto más perfecto posible, para convencer a productores, inversores y distribuidores en todos aquellos festivales y encuentros cinematográficos a los que puedan presentar el corto. Y por eso mismo no quieren precipitarse, tal y como apunta Escandell: «Si todo va con normalidad, los primeros pases podremos hacerlos dentro de tres o cuatro meses, porque estamos prestando mucha atención a todos los detalles de la postproducción, sobre todo al sonido y al etalonaje (proceso mediante el cual se ajusta el color de cada toma para igualar la continuidad de luz y color en el metraje). No queremos cerrar nada hasta que esté todo perfecto, además, nuestra intención es la de hacer un par de meses de promoción para ir abriendo el apetito de los espectadores».
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