Federico Calandria dibujó su primer mural con 15 años y Marcos Zerene profundizó en el arte urbano durante el año y medio que vivió en Barcelona. Pero fue en Mendoza, su ciudad natal, donde la creatividad de estos dos artistas se unió para dar paso a Gaucholadri, un proyecto artístico que les está dando grandes alegrías, entre ellas la de viajar este verano a Eivissa para participar en el Bloop Festival que se celebrará en Sant Antoni entre el 20 de julio y el 20 de agosto. Con sus votaciones los internautas les escogieron para pintar un mural. La pareja ya está manos a la obra, manteniendo esa tendencia «tercermundista, bizarra, mística, surrealista, poética e irónica» que les caracteriza.
—En 2010 empezaron a trabajar juntos... ¿Qué les ha aportado el tándem?
—Trabajar en grupo es muy positivo porque nos complementamos y salen ideas que no saldrían individualmente. Gaucholadri es un ente que cobra vida cuando trabajamos juntos, tiene su propia personalidad más allá de la personalidad de cada uno.
—Están acostumbrados a exponer en plena calle. ¿Una galería se les quedaría pequeña?
—En 2013 tuvimos nuestra primera exposición en galería. Nos gustan los desafíos y adaptarnos a distintos formatos, pero lo bueno de pintar en la calle es que llegamos a mucha más gente. Nos gusta intervenir nuestro entorno, hacer pensar y sacar de su monotonía mental a la gente en la calle. En la calle pasan cosas, hay aventuras, vas viajando y conociendo distintas culturas, es mucho más divertido y enriquecedor que estar encerrado en el estudio.
[Más información en Kiosko y Más y en la edición impresa]