Hoy 20 de noviembre cumplimos 50 entrevistas de Sardinas Negras en PERIÓDICO de IBIZA Y FORMENTERA. Esta aventura que comenzó con el alcalde de Ibiza, Rafa Ruiz, haciendo malabares con frutas y verduras en el Mercat Nou de Vila ha ido creciendo y se ha convertido en un espacio al que han prestado su sentido del humor personalidades de la cultura, la política, la sociedad o el deporte con la idea de que Ibiza conozca su otro lado.
Además, desde el 25 de septiembre, nuestra legión de pequeños peces dio el salto a la Televisió d'Eivissa i Formentera (TEF) todos los domingos a las 21.55 horas.
Por ello, no podíamos escoger mejor Sardina Negra para este domingo que Sonia Escribano, directora de la televisión de referencia en las Pitiusas. Y ya se lo advertimos, esta madrileña que viajó por toda España debido al trabajo de sus pa- dres, es un torbellino de vitalidad y una enorme caja de sorpresas. En sólo un par de horas fue capaz de subirse a la farola de la plaza de Santa Gertrudis que acaba de pintar pacientemente el operario Toni, El sopas, cantó algunas canciones de Extremoduro, bailó pagès, e, incluso, se atrevió a pasar un test de payesía con el que demostró que aunque ganas no le faltan aún tiene que seguir mejorando. Y todo, repartiendo risas por doquier.
—Reconozco que hoy tengo un poco de miedo... entrevisto a una de mis jefas...
—(risas) De jefa nada, sólo compañera.
—Bueno. Entre otros cargos usted es la directora de la Televisió d'Eivissa i Formentera. Los que de alguna manera trabajamos allí estamos de enhorabuena porque la cadena cumple 20 años. Eso no es nada fácil de conseguir.
—La verdad que no. Pero todo se debe al esfuerzo de mucha gente. Por un lado el de los fundadores, pero sobre todo el de la familia Planells que se ha involucrado muchísimo, y por supuesto el de los trabajadores de la televisión, muchos de los cuales se han dejado buena parte de su juventud en ella.
—¿Dónde está el secreto de seguir resistiendo tras 20 años?
—En el trabajo y la ilusión. Y también en haber creado una televisión que tenía mucho sentido en Ibiza y Formentera porque cuando se creó sólo aparecíamos en los informativos si alguien se había caído de la muralla o había habido un asesinato gordo. Además, el que los presentadores hablaran en ibicenco y que se fuera a todas las fiestas y eventos de los pueblos también ayudó para que la gente se sintiera identificada. De hecho creo que deber haber pocas fiestas patronales que no haya cubierto la TEF en estos veinte años (risas).
—Además todo tiene mucho más mérito si pensamos que la TEF lucha contra grandes cadenas nacionales... Incluso a veces parece que nos contraprograman con sus programas de mayor audiencia...
—(risas) La verdad que sí. Pero para competir la TEF siempre ha empleado el sistema de repetir mucho los programas a lo largo de la semana para que todo el mundo los vea. Además, ahora Internet nos ha ayudado mucho porque la gente puede ver los programas a la hora que quiera y desde cualquier sitio. Creo que es el futuro de la televisión.
—Usted es madrileña, pero casi podríamos decir que es de toda España porque de pequeña viajó muchísimo debido al trabajo de sus padres. ¿Ya era igual de hiperactiva que ahora?
—(risas) No, de hecho mi madre siempre dice que de pequeña era más tranquila y menos motoret. Y sí, al ser mi padre director de hoteles, durante mi infancia y juventud viajé muchísimo y viví en Alicante, Benidorm, Palma o Ibiza.
—¿Hasta qué punto eso le marcó?
—Bueno eso te hace ser mucho más tolerante con todo el mundo. Además, si por todo eso fuera poco el que mi padre también viviera durante algunas fases de su vida en Túnez o República Dominicana también me ayudó a ser mucho más abierta con los demás.
— Hay un rumor que dice que su primer contacto con Ibiza no fue nada satisfactorio porque no había Burger King...
—(risas) ¿Quién te ha dicho eso? (risas). Bueno, fue una historia muy divertida. Era cuando yo estaba en 2º de BUP y vivíamos en Palma. Entonces a mi padre lo destinaron a Ibiza cuando estábamos a mitad de curso y mi hermana mayor y yo vinimos con él de avanzadilla. Cuando llegamos en el barco teníamos tanta hambre que buscamos algo desesperadamente para comer ¡¡y no encontramos nada!! Fue un drama del que rápidamente nos recuperamos (risas).
—¿Y también es cierto que durante un curso escolar dio dos veces la asignatura de Química?
—(risas) Pues sí. Fue aquel mismo año cuando se daba la asignatura de Física y Química. Llegamos a mitad de curso al colegio de La Consolación, la primera vez en mi vida que iba a un colegio de monjas, y como allí ya habían impartido Física y en mi colegio de Palma sólo Química, en Ibiza lo hice dos veces. Así que te puedes imaginar las buenas notas que saqué (risas).
—Otra cosa... dicen que su padre fue un santo varón al tener que convivir con su mujer y cuatro hijas.
—(risas) Por supuesto. Somos un matriarcado al que también había que unir a mi abuela materna que era una persona súper inteligente para la época. Lo mismo que mi madre, a la que admiro muchísimo porque estoy segura que si hubiera sido joven en el 2016 podría haber estudiado lo que le apeteciera teniendo además mucho éxito profesional. Es una persona tremendamente inteligente de la que he aprendido muchísimo.
—¿Por qué le dio por estudiar Perio- dismo?
—Pues me dio tarde, cuando estaba en COU y por ejemplo mi hermana mayor, Ruth, ya tenía muy claro que se iba a ir a Valencia a estudiar Filología Inglesa. Me acuerdo perfectamente del día en que se lo dije a mi madre. Ella estaba cocinando lentejas en la cocina y me dijo: «¿Qué dices?, ¡para que vas a estudiar eso si nunca vas a estar en casa!». Pero bueno al final la decisión mereció la pena.
—Yo soy vocacional, pero aprendí más en las prácticas que en la carrera.
—Eso es verdad. Yo mis primeras prácticas las hice en segundo de carrera y poniéndole mucho morro. Un día paseando con mi hermana, cuando vivíamos en Benidorm y Eduardo Zaplana era el alcalde, decidí subir hasta el Ayuntamiento a pedir unas prácticas. Pensé que no me harían mucho caso, pero esa misma tarde me llamaron para ofrecerme prácticas en la SER. Fue increíble. Aprendí mucho durante ese verano aunque fue mi primera y única experiencia en radio.
—Después, a lo largo de su carrera ha tocado todos los palos del periodismo hasta llegar a la televisión. ¿Con cuál se queda?
—Es complicado, pero mi etapa en Canal 9 fue apasionante y, por eso, me da mucha pena que cerraran la cadena. Allí conocí a grandes profesionales y con muchos de ellos sigo manteniendo una magnífica amistad.
—Canal 9 se cerró y, además, de mala manera. ¿Qué les pasa a muchas televisiones autonómicas que siempre acaban con problemas?
—El principal es la injerencia política que sufren. Cuando los políticos las quieren usar para convertirlas en su cortijo para sus propios intereses, apaga y vámonos. No entiendo cómo se puede poner a dirigir una televisión a alguien que no tiene ni idea de como funciona un programa, un informativo o una cámara.
—¿En qué programa le hubiera gustado trabajar?
—En un magacine matinal de una gran cadena, de esos que están ligados a la actualidad, como el de Susanna Griso. Pero más que presentarlo me hubiera gustado estar detrás, coordinándolo todo.
—¿No ha pensado en hacerlo en la TEF?
—Es impensable porque estos programas tienen unos elevados costes de producción y en la TEF precisamente ese es uno de nuestros grandes problemas.
—Hablando de programas. Hay quien dice que le van a dar un Goya por su papel en Nasió Pitiüsa con Jesús Rumbo y Miki Villagrassa.
—(risas) ¿Sí?. Es que trabajar con Rumbo es muy fácil. Es una persona tan estupenda a nivel personal y profesional que provoca que todo salga de dentro sin ningún problema.
—Es ibicenca de adopción, con dos hijos y pareja de la isla. ¿Ha conseguido que le guste el cuinat y la salsa de Nadal?
—(risas) Bueno, por partes. El cuinat me encanta pero la salsa de Nadal no puedo con ella. Pero eso sí, el bescuit sí.
—¿Y las matanzas? Me han comentado que no las lleva muy bien...
—No... que me mata mi familia ibicenca. Lo que no me gusta es cuando matan al animal ya que lo demás no me importa. Al revés, me gusta la fiesta que rodea todo sobre todo si se hace con instrumentos tradicionales. Y, por supuesto, me encanta lo que se saca de ellas.
➧ PROGRAMA: Hoy en la TEF a las 21.55 horas
PEQUEÑA BIOGRAFÍA
Sonia Escribano nació en Madrid. Casada con un ibicenco, es madre de dos hijos.
Estudió la licenciatura de Ciencias de la Información en la Universidad Cardenal Herrera CEU de Valencia desde 1990 a 1995.
Hizo prácticas en la SER y después, entre otros trabajos, ha desarrollado su labor profesional en gabinetes de comunicación, en El Mundo, en televisión y radios locales de la Marina Baixa, como delegada de IB3 Televisión en Ibiza y Formentera de 2004 a 2007, y en Radio Televisión Valenciana en dos etapas. La primera de ellas, desde 1997 al año 2000 y la segunda abarcó desde el año 2008 al año 2013. Ese mismo año se convierte en la directora de Televisió Eivissa i Formentera (TEF) y de la productora Global Mediterráneo. Actualmente también es la directora editorial y de audiovisuales del Grupo Prensa Pitiusa.
EL TEST
Un libro
‘Los pilares de la tierra' de Ken Follet
Una película
Alien, el octavo pasajero y Spotlight
Una serie de televisión
Juego de tronos
Un grupo o un cantante
Bruce Springsteen
Un color
Todos
Un plato de cocina
Cualquiera que haga mi madre, pero sobre todo el cocido madrileño
Un deporte
No hago deporte, pero me encanta nadar
Un viaje que nunca olvidará
El que hice cuando mi hijo tenía un año y medio y junto a una amiga recorrimos España durante un mes al rollo de Thelma y Louise
Un lugar de la isla donde se perdería
Cualquier casa payesa donde se torre sobrasada
Una manía
Que la mesa y los cubiertos estén alineados
Un defecto
Soy muy mandona
Una virtud
Soy muy leal
Un sueño por cumplir
Ver a mis hijos crecer como buenas personas
Alguien a quien admire
Mi madre
Si no hubieras sido periodista qué te hubiera gustado ser...
Médico