El Centro Cultural Joan Miró de la localidad madrileña de Móstoles acoge hasta el próximo 15 de diciembre la exposición Metafísica de los espacios íntimos del conocido pintor ibicenco Pere Planells.
En esta ocasión Planells, que nació en Vila en 1950, «entre calles encaladas de luz en una Ibiza primitiva y alejada de rutas demasiado transitadas», presenta, según sus palabras, «una exposición fruto de una colección madura».
En ella, según el escritor y mánager cultural Jack Perdikidis, el pintor medita «sobre aquellos espacios esenciales y vitales donde la perspectiva deja de ser visual para convertirse en táctil y preñada de tiempos personales».
Concretamente, con las pinturas que se podrán ver en Móstoles, el artista busca «redefinir las fronteras entre lo íntimo y lo público, entre el yo y el tú». Y lo hace, tal y como asegura Perkidis, «a través de formulaciones y gestos sencillos y dinámicos, con unas composiciones atrevidas en las cuales no faltan vacíos de no-pintura y no-cuadro que claman una reconstrucción de los comportamientos perceptivos y estéticos del espectador».
Las obras en cuestión están elaboradas sobre papel y cartón, «liviana materia de papel de blanca cal que hunde sus raíces ancestrales en las rocas de aquellas calles que una vez fueron esculturas de sus sueños». Así, sus obras tienen velos, sutiles fulares, con los que, según Perkidis, «el autor persigue y consigue ofrecernos una obra viva en soporte y ensimismada en exclamación, un tiempo de meditación, tiempo reclamado a las miradas anónimas, o no, de quien se deja llevar de sus adentros a otros adentros».
Pere Planells nació en 1950 en Ibiza. Tiene una extensa trayectoria profesional y artística. Fue codirector ejecutivo del Museo de Arte Contemporáneo de Ibiza hasta que en Madrid, por oposición, ganó la cátedra de Dibujo del Instituto Andrés Bello de Tenerife. A lo largo de su vida laboral fue compaginando el arte y la docencia.
Según Jack Perdikidis, «tiene una obra tensada entre los dos extremos de un arco, uno informalista y gestual mientras que el otro, como profesor de geometría técnica, se mueve en un campo artístico más racionalista». Por ello, el manager cultural y escritor asegura que «no es de entrañar que su tesis doctoral estuviese dedicada a la tradición racionalista en el arte europeo y a la geometría como esqueleto característico del arte occidental».