La desigualdad entre hombres y mujeres es una de las formas de discriminación más profundas que persisten en la sociedad actual y por eso la ONU, asumiendo que existe un problema sin resolver, estableció el 8 de marzo como Día Internacional de la Mujer, para sensibilizar, concienciar y llamar la atención de un asunto importante y pendiente en las sociedades para que, a través de esa sensibilización, los gobiernos y los estados actúen y tomen medidas, o para que los ciudadanos así lo exijan a sus representantes.
Aunque la desigualdad es evidente, un mejor conocimiento de la brecha entre hombres y mujeres requiere indicadores, unos públicos como el Índice de brecha global de género del Foro Económico Mundial y otros de carácter privado como el estudio “Women in Business de Grant Thornton”, que sirvan para identificar la situación de hombres y mujeres en la sociedad y en la economía, y hacer visible la situación real de las mujeres en relación a los hombres.
Conscientes de esta necesidad desde el Observatorio de Investigación Económico-Financiera de la Real Academia de Ciencias Económicas y Financieras de España (RACEF), hemos presentado el Índice de Equidad de Género de las Comunidades Autónomas de España (IEGCDE), global y multidimensional, que tiene por objetivo cuantificar la asimetría entre hombres y mujeres que presentan las comunidades autónomas a partir de variables agrupadas en cuatro dimensiones: formación, mercado de trabajo, condiciones sociales y empoderamiento. El desglose de estos marcadores agregados nos dará el perfil del último estudio de la brecha de género en nuestras islas.
Formación. En el ámbito de la formación los indicadores son los únicos favorables a las mujeres, con una brecha positiva del 11,46% y ratio 1,29, aunque se identifican posibles desviaciones en áreas que tradicionalmente han contado con presencia mayoritariamente masculina y en estudios de doctorado.
Mercado laboral. En este campo los marcadores muestran un desequilibrio con una brecha del -15,85% (el 4º lugar en el índice general). En el salario bruto anual la brecha es del -8,34% y el diferencial se dispara al -33,25% para las trabajadoras autónomas, como resultado más negativo.
Condiciones sociales. Con una brecha del -15,12% y ratio M/H del 0,78, destaca la variable de las excedencias laborales por el cuidado de hijos y familiares con el -75,86%. En la variable “hogares monoparentales” la brecha es del -64,32%, lo que sugiere que las mujeres asumen más responsabilidades en este ámbito. Es positiva la esperanza de vida: mujeres 85,38 años y hombres 80,18 años.
Empoderamiento. La brecha del -36,62% sitúa a Balears en la 8ª posición del Índice Global y en todas las seis variables analizadas son desfavorables a las mujeres, y en especial es de destacar la desigualdad en alcaldías (54 hombres y 13 mujeres), con una brecha cuantificada en -61,19%, y directores y gerentes -41,35%, que nos indican que todavía existen barreras invisibles en la sociedad que dificultan la presencia de mujeres en posiciones relevantes de poder y toma de decisiones.
Querido lector, desde la RACEF hemos querido aportar la visión de la desigualdad de género en Balears. Confiamos en que este indicador contribuirá a fijar políticas adecuadas que permitan disminuir la brecha entre hombres y mujeres de manera efectiva y práctica.