El IBEX se encuentra en una situación parecida a la semana pasada, con una sensible diferencia: no ha conseguido consolidar los 9.200, aunque tampoco se está alejando demasiado.
Por lo tanto, los niveles clave sí son los mismos: mantiene los 9.200 como primer objetivo de consolidación; en caso de no hacerlo, hay margen para el siguiente soporte relevante, los 8.600. Es cierto que antes se puede intentar apoyar en los 9.000 y en los 8.800, esto le permitiría volver a atacar la resistencia más rápidamente. Por arriba, el primer objetivo debería estar en los 9.600 y a partir de este nivel se encontraría con un rango amplío hasta los 10.200; hay resistencias cada 200 puntos, entre ellas la psicológica del 10.000.
El EuroStoxx sí intenta mantener los 3.300, e incluso los podría perder sin suponer cambio de la tendencia que comenzó a finales de 2018: tiene otros soportes relativamente fuertes en 3.250 y en 3.200. Por arriba el recorrido no sería amplio: los 3.500 (máximo de 2019) suponen una resistencia sólida; si la pudiera romper, los siguientes objetivos sí serían ambiciosos: 3.700 (+13%) y 3.830 (+16%).
El DAX alemán se mantiene en el rango 12.450-11.800; si perforara la parte baja volvería a encontrar otro soporte muy cercano, en 11.500, siendo el siguiente ya alejado (11.000-10.750). Si lo hiciera por la parte alta buscaría dos objetivos claros: 13.000 (máximos históricos en 2007) y 13.620 (actuales máximos históricos). El MIB italiano, siendo el de uno de los países conflictivos para el mercado, ha perdido más de un 10% (perforando un soporte tan fuerte como los 20.850-20.650) desde máximos anuales; eso sí, mantiene el soporte de 19.750-19.550.
Por último, a pesar del brexit, el FTSE británico no pierde los 7.100 (máximo histórico de 2015); situación cómoda, teniendo en cuenta que el siguiente no está muy alejado (6.740).