Ibiza es el destino favorito de vacaciones para miles de personas de todo el mundo cada verano. Según datos recogido en un informe del Observatorio de Sostenibilidad de Ibiza Preservation, desde 2016 las islas Pitiusas (Ibiza y Formentera) superan los tres millones anuales de turistas. Reino Unido y Alemania son los dos principales mercados emisores de turistas. Un turismo extranjero que ha impulsado el cigarrillo electrónico en Ibiza. Uno de los líderes en la venta de cigarrillo electrónico en internet, Ivapeo, señala que en los meses de verano los envíos a las zonas turísticas como Ibiza se multiplican. El aumento de las ventas del cigarrillo electrónico se debe a que estos dispositivos están más extendidos en el resto de Europa que en España.
Reino Unido es uno de los grandes defensores del cigarrillo electrónico. El Servicio de Salud Pública de Inglaterra (PHE) señala en un estudio que los cigarrillos electrónicos son aproximadamente un 95% menos dañinos que los cigarrillos tradicionales. De esta forma, PHE afirma que vapear es más seguro que fumar y que incluso podría llevar a la desaparición del cigarrillo tradicional en el futuro. Sin ir más lejos, el Departamento de Salud británico afirma que los cigarrillos electrónicos ayudan a más de 20.000 personas al año en el país a dejar el tabaco. Al fin y al cabo, como señala un artículo de ‘The Guardian', la nicotina de los cigarrillos tradicionales causa el 99,6% de los daños en los fumadores, mientras que esa cifra desciende hasta el 3,4% en los cigarrillos electrónicos.
Francia también se ha unido a Reino Unido en su recomendación del cigarrillo electrónico. Según la Academia Nacional de Medicina de Francia, los vapeadores ayudan a detener o reducir el consumo de tabaco tradicional, por lo que recomienda el vapeo para dejar de fumar. En cualquier caso, esta asociación francesa advierte de la importancia de comprar líquidos de vapear sólo en tiendas especializadas de vapeo. Por su parte, el Ministerio de Sanidad francés afirma que 700.000 fumadores franceses han dejado el tabaco gracias al cigarrillo electrónico en estos últimos años. Además, el organismo médico francés recuerda que la Unión Europea (UE) tiene una normativa que regula los cigarrillos electrónicos y garantiza la calidad y seguridad de estos dispositivos.
Médicos británicos y franceses se muestran a favor del uso del cigarro electrónico para reducir los daños del tabaquismo, por eso se ha convertido en la principal alternativa al tabaco, siendo un elemento imprescindible en la política de reducción de daños del tabaquismo en ambos países. De esta forma, no es de extrañar que el número de vapeadores se haya incrementado en estos dos países en los últimos tiempos. Por ejemplo, 3,6 millones de británicos tienen cigarrillos electrónicos, según el último informe de la sociedad científica británica Action on Smoking and Health (ASH). Un notable aumento de su uso en Europa que también se refleja en sitios como Ibiza, uno de los destinos vacaciones favoritos de los turistas extranjeros. Por este motivo, aumentan las ventas de estos dispositivos cada verano en la isla.
Desconocimiento en España sobre los cigarrillos electrónicos Aunque en otros países de Europa el vapeo se ha posicionado como la principal alternativa para dejar de fumar, en España existe un gran desconocimiento sobre esta práctica. Según la Unión de Promotores y Empresarios del Vapeo (UPEV), el número de vapeadores se situó por encima de las 562.500 personas en 2018. Por este motivo, el aumento de las ventas del cigarrillo electrónico en Ibiza se debe a la afluencia de turistas extranjeros y no a los fumadores locales. Un cigarrillo electrónico que presenta muchas diferencias respecto al tabaco. La principal diferencia entre fumar y vapear reside en la sustancia que se inhala. Al fumar se inhala humo producido por la combustión del tabaco y los aditivos, mientras que al vapear se inhala valor producido por el calentamiento de un líquido. Al no existir combustión, no hay sustancias perjudiciales para la salud.
La combustión del tabaco y los aditivos que contienen los cigarrillos tradiciones son nocivas para el organismo a medio y largo plazo, por lo que afectan a la salud del fumador, pero también a las personas que respiran el humo a su alrededor. Esto no sucede con los cigarrillos electrónicos, ya que no existe la figura del «vapeador pasivo». Por este motivo, pasarse al cigarrillo electrónico es una de las principales formas de evitar el tabaco y sus efectivos nocivos, algo imprescindible para cuidar la salud. Como hemos comentado anteriormente, países como Reino Unido han incorporado los vapeadores en su plan antitabaquismo, apostando por el vapeo como una alternativa más para dejar de fumar. Teniendo en cuenta estos datos y las cifras de muertes en España a causa del tabaquismo, más de 50.000 muertes al año, es incomprensible que las autoridades sanitarias sigan viendo con reticencia los cigarrillos electrónicos.