La trayectoria de la empresa Extintores Gabriel Allès ha ido vinculada durante prácticamente dos décadas a la distribución, instalación y mantenimiento de equipos y material contra incendios, un negocio con el que ha conseguido convertirse en una firma de referencia en la isla, con más de 7.000 clientes y una evolución hacia todo tipo de servicios relacionados con este tipo de protección. Desde hace un año, también incorpora un área especializada en materia seguridad pasiva con la instalación de alarmas y cámaras de vigilancia para particulares y negocios después de conseguir la homologación y habilitación de la Dirección General de Policía. Un paso hacia el mundo de la seguridad de esta empresa familiar que dirige Gabriel Allès de Orozco con un equipo de diez personas donde ya se ha incorporado a trabajar su hija Lorena Allès, que encabeza la segunda generación. La empresa facturó medio millón de euros en 2021 y este año esperan acabar con un crecimiento del 60%.
ORIGEN. Fue en noviembre del año 2000 cuando Gabriel Allès constituyó la sociedad con la que explotar el negocio de instalación de extintores. Su trayectoria profesional había estado ligada durante años al negocio familiar de distribución de bebidas que había fundado su padre, Gabriel Allés Villalonga, en el que había desempeñado responsabilidades como repartidor y director comercial. Mientras todavía trabajaba en el sector de las bebidas, tuvo la oportunidad de colaborar en una empresa que llevaba a cabo este negocio de extintores. «Lo que empezó como una ocupación a tiempo parcial, acabó siendo un trabajo a jornada completa en el que me involucré del todo al crear la sociedad», explica el gerente y propietario.
«Al principio me dedicaba a visitar establecimiento por establecimiento, calle por calle, para darme a conocer y ofrecer los servicios de venta, revisión o recarga de extintores», añade. «Como no disponía de equipo propio, los tenía que llevar a Ciutadella a un taller especializado dos veces por semana», detalla. Unos inicios en el que almacén y oficina estaban en casa hasta que pudo ir creciendo. «La suerte es que la gente me reconocía del negocio que habíamos tenido en casa y generaba una confianza que poco a poco, pude capitalizar, aumentando la base de clientes», explica Allès. Su mujer Ángela Thomás también empezó a echarle una mano y, en paralelo, fue contratando personal para que le ayudara a nivel comercial y también administrativo. En 2015 ya eran cinco personas en plantilla.
TALLER PROPIO. El gran salto de la empresa de Gabriel Allès se produjo en 2017 cuando adquirieron una nave de 300 metros cuadrados en el polígono industrial de Sant Lluís en la que instalaron un taller propio con maquinaria especializada para poder hacer recargas de gases de extintores así como pruebas hidrostáticas y volumétricas del material contra incendios que distribuían. Aquel mismo año había cambiado la legislación en materia de seguridad, lo que también hizo que pasaran a certificarse con la ISO 9001 de calidad con la que quedaban más que acreditados en materia de mantenimiento de instalaciones, recarga y manipulación, tal y como explica Toyo Cardona, director comercial de la empresa. «De algún modo, pasábamos a consolidarnos en materia de protección contra incendios a nivel global en lo que serían extintores, sistemas de detección y de alarma de incendios, sistemas para el control de humos y de calor así como también equipos más complejos como por ejemplo sistemas de abastecimiento de agua, hidrantes, sistemas fijos de extinción por rociadores automáticos y de agua pulverizada o sistemas de extinción de espuma, entre muchos otros», añade Cardona.
Y es que el mundo de la protección de incendios abarca no solo los diferentes tipos de extintores que existen en el mercado que pueden contener polvo con nitrógeno, C02 líquido que sirve para refrigerar o gases florados cuando se ubican en sectores como el náutico, instalaciones como hospitales o aeropuertos.
«Hablamos de creación de sistemas de señalización luminiscente, de recorridos de evacuación, de sistemas fijos de extinción en edificios públicos o privados que pueden funcionar con agua nebulizada, con agentes extintores gaseosos, con aerosoles condensados, entre muchos otros», detalla. «Todos estos equipos de prevención son para la autoprotección de las personas cuyo objetivo es poder salvar vidas», explicita Cardona. «Las luces de emergencia, las alarmas de evacuación, los planos de evacuación que instalamos en zonas como aparcamientos y que hay que revisar de forma periódica para asegurar un correcto funcionamiento porque, por ejemplo, un extintor tiene una vida útil de veinte años y la luminiscencia de un cartel tiene un duración de diez», comenta el director comercial.
Extintores Gabriel Allès forma parte de la Asociación Española de Empresas instaladoras y mantenedoras de Equipos y sistemas de protección contra incendios (AERME), lo que le facilita poder estar en contacto permanente con el sector además de participar en ferias especializadas como Secur Madrid, a la que cada año acuden para conocer las últimas novedades. La empresa cuenta con una flota de ocho vehículos para poder dar servicio a sus clientes.
SEGURIDAD. En el año 2020 dieron un paso más en el ámbito de la seguridad, esta vez en lo que serían los sistemas de vigilancia para negocios y particulares como por ejemplo la instalación de cámaras de videovigilancia, circuitos cerrados de televisión o alarmas conectadas a la policía en un terreno íntimamente relacionado con su negocio. Hasta la fecha lo habían suministrado a través de terceras personas pero decidieron dar los pasos para quedar homologados como empresa instaladora de sistemas de seguridad reconocida por la Dirección General de Policía. «Tuvimos que remodelar nuestras instalaciones del polígono creando una sala blindada para poder guardar toda la documentación confidencial que se usa en este ámbito además de demostrar nuestra solvencia en materia de seguridad», explica Gabriel Allès. Entre sus clientes tienen a hoteles, casas vacacionales, industrias, pequeños negocios, comunidades de vecinos, particulares o ayuntamientos a los que además de prestar los servicios de protección contra incendios, también añaden los equipos de seguridad. Fruto de su inquietud por la mejora continua, actualmente están trabajando en un proyecto para poder dar servicio también en breve a empresas de buceo con la revisión, mantenimiento y recarga de botellas.