La formación profesional vive un momento dulce. Los estudios que capacitan para ejercer una ocupación laboral se han dignificado. Ha aumentado su prestigio y reconocimiento así como su inserción laboral, incluso con escasez de profesionales en determinadas áreas. El resultado es un aumento de los alumnos matriculados, que ha pasado en Balears de 15.600 en 2018 a 19.760 en 2021, lo que supone un incremento del 26,67% en tres años, 4.160 alumnos más. La pandemia, que paró la actividad turística, posibilitó un aumento de los estudiantes, aunque también hizo disminuir la inserción laboral de los titulados. El nuevo objetivo es alcanzar los 22.000 estudiantes de FP en 2025.
Mejorar el nivel educativo de la población, así como acoplar la oferta educativa a las necesidades del mercado de trabajo, son condiciones necesarias para alcanzar altos niveles de ocupación de calidad y mejorar la competitividad del modelo económico. Para ello, es necesario alinear la oferta educativa con las necesidades presentes y futuras del tejido productivo. Requiere también un buena orientación académica para que cada persona pueda escoger su camino educativo y laboral. Y es imperioso promover la formación permanente a lo largo de la vida así como las segundas oportunidades. Es lo que pretende el II Pla Integral de Formació Professional de les Illes Balears 2022-2025, elaborado conjuntamente por la Conselleria d'Educació i Formació Professional y la Conselleria de Model Econòmic, Turisme i Treball. Está alineado con la Ley Orgánica 3/2022, de ordenación e integración de la Formación Profesional, que une en un solo sistema la formación profesional del ámbito educativo y la del ámbito ocupacional. La formación profesional se puede adquirir a través de tres vías: la educativa, que son los ciclos de Formación Profesional; la profesional, a través del SOIB; o mediante la acreditación de la experiencia laboral de aquellas personas que han trabajado muchos años pero que no tenían estudios. Estos tres circuitos se integran completamente con la nueva ley a través de un nuevo sistema de grados, según la amplitud y duración de la formación.
Ahora está pendiente la aprobación del decreto de ordenación que modificará los currículums. El curso 2024/25 deberá incorporar ya todas las novedades legislativas. Balears se ha avanzado a la ley estatal en algunos aspectos, como son la potenciación de la formación dual -que con la nueva ley se llama formación dual intensiva o en alternancia- o la mejora del asesoramiento y la orientación de los estudiantes a través de los Punts d'Orientació Acadèmica i Professional (POAP).
OBJETIVOS. El II plan estratégico tiene diez ejes: incrementar la oferta integrada de formación profesional (FP) adaptada a la mejora del modelo económico; aumentar y mejorar la red pública de centros integrados de FP así como el resto de centros públicos educativos que imparten FP y crear centros de excelencia de FP; impulsar la FP dual intensiva; ofrecer orientación de los recursos formativos de acuerdo con el objetivo del Govern de mejorar el modelo productivo y el nivel educativo de la sociedad; avanzar en el desarrollo estratégico de una FP de calidad; impulsar el Institut de les Qualificacions Professionals de les Illes Balears (IQPIB) para acelerar la acreditación de la experiencia profesional lograda por medios no formales; promover la orientación académica y profesional como herramienta para impulsar la formación profesional a lo largo de la vida laboral; establecer estrategias para reducir el abandono escolar prematuro y para favorecer el retorno al sistema integral de la FP; ampliar la colaboración con el tejido empresarial con especual refuerzo de la innovación y el emprendimiento como vectores de interrelación entre la formación profesional y las empresas, y finalmente, avanzar en el marco normativo integrado de la FP y promover su avance.
El nivel educativo de la población en Balears es un aspecto históricamente mejorable. Sus resultados son peores que la media nacional y a bastante distancia de los europeos. Dos de las principales deficiencias son el abandono escolar temprano y la falta de población con estudios secundarios. Las Islas son la cuarta comunidad con mayor nivel de abandono escolar prematuro, un 15,4%, frente a la media nacional del 13,3%. El 35,3% de la población del Archipiélago tiene solo estudios primarios, frente al 20,7% en la Unión Europea, y solo el 28,6% tiene estudios secundarios, cuando en la UE son el 45,9%. El conjunto de España está peor, con el 36,1% con estudios primarios y solo el 23,2% con estudios escundarios. No obstante, se observa una clara tendencia de mejora en los últimos años y, por primera vez en Balears, en 2021 hay más población de entre 25 y 64 años con estudios superiores (36,2%) que con estudios primarios (35,3%). Por otra parte, las mujeres presentan tasas de formación más altas que los hombres en todos los niveles excepto en formación profesional básica y media.
FORMACIÓN PROFESIONAL. En 2021 hubo 19.760 alumnos matriculados en estudios de Formación Profesional en Balears: 2.073 de FP básica, 9.951 de grado medio (la mitad del total) y 7.736 de grado superior. Por islas, son 16.365 estudiantes en Mallorca, 1.538 en Menorca, 1.783 en Eivissa y 74 en Formentera.
El número de estudiantes de FP ha pasado de 15.600 en 2018 a 19.760 en 2021, lo que supone un incremento del 26,67% en tres años, 4.160 alumnos más. La demanda ha aumentado en el mismo periodo un 65%, en parte debido al parón que provocó la COVID, que muchos trabajadores aprovecharon para formarse. El número de estudiantes general (infantil, primaria, ESO, FP y Bachillerato) ha pasado de 167.973 a 173.482 en el mismo periodo, lo que supone un aumento del 3,28% y 5.509 estudiantes más.
Balears tiene una oferta de estudios estructurada en 24 familias profesionales. Las que concentran más alumnos son administración y gestión (19,51% del total), informática y comunicaciones (13,6%), sanidad (13,18%), servicios socioculturales y a la comunidad (10,95%) y hostelería y turismo (8,23%). La mitad de los estudiantes de FP hacen jornada continua de mañana (50,41%), el 33% en horario continuo vespertino y el 12,7% cursan una modalidad a distancia. El 2,4%, 474 estudiantes, hacen FP dual intensiva, 237 alumnos hacen una jornada de modalidad especial y 51 cursan jornada partida. Respecto al lugar de formación, la mayoría de estudiantes cursan FP en centros de educación secundaria (64,32%). El 21,9% están en centros integrados de formación profesional, el 11,17% en centros concertados y el 2,61% en centros de educación para personas adultas.
No todos los estudios tienen el mismo nivel de interés por parte de los estudiantes y la oferta no siempre se adecua a sus expectativas. Es por ello que el abandono de los estudios es generalizado, sobre todo en FP básica. Los principales motivos son que los estudios son incompatibles con el trabajo, que no cumplen las expectativas (en ocasiones se han matriculado en un ciclo que no les gusta porque no fueron admitidos en el que querían). En cambio, con la COVID-19 el abandono de estudios se ha reducido, sobre todo en los ciclos de grado superior.
El director general de Formació Professional i Ensenyaments Artístics Superiors, Antoni Baos, considera que el plan de Formación Profesional es «ambicioso pero real». «Lo que realmente lleva al mercado laboral es la formación profesional, por tanto tenemos la obligación de apostar por estos estudios», señala.
Baos reconoce que una tasa de inserción laboral del 49,17% es baja, pero explica que hay mucha diferencia entre las diferentes familias profesionales. «Hay estudios, como los de actividades físicodeportivas, que tienen una baja inserción laboral, pero tienen una gran demanda y una alta inserción académica. Una parte de los estudiantes siguen su itinerario formativo, y esto no es un fracaso, es un logro. Y hay otras familias profesionales con niveles muy altos de inserción laboral. Hacemos crecer la oferta sabiendo que no podemos saturar el mercado», indica.
Ante la pregunta de qué titulaciones faltan plazas y cuáles sobran, y qué hacen para adaptar la oferta formativa, es claro. «No sobra ninguna formación. Sabemos que faltan plazas en sanidad, hostelería, electricidad, madera... Y hemos incrementado la oferta, pero en ocasiones es difícil encontrar suficientes empresas donde los alumnos puedan hacer las prácticas obligatorias. También nos encontramos que las mismas empresas nos roban los alumnos, no respetan los tiempos de la formación porque necesitan personal al empezar la temporada turística. Por suerte, cada vez pasa menos. Y la covid nos ha demostrado que los alumnos que se van acaban regresando y que si tienen la oportunidad, se forman», indica. «La nueva ley permitirá adaptar la formación a las necesidades de empresas y alumnos con semipresencialidad, módulos virtuales, flexibilizando horarios... En algunos casos es mejor cursar una oferta modular que un ciclo entero. Intentamos que la oferta formativa contribuya a diversificar la economía con ciclos como el de eficiencia energética, domótica, mecánica de vehículos híbridos, aunque en plazas no son representativos. Y además queremos potenciar los procesos de cualificación masivos. Las empresas y los estudiantes en muchas ocasiones desconocen todas las posibilidades que tienen, por ello fuimos referentes en España en crear los POAP», comenta.
Asimismo, explica las ventajas de la formación dual intensiva, que ahora es minoritaria, ya que representa el 2,4% de los alumnos. «Que aumente la formación dual intensiva depende de las empresas, porque pueden decidir si prefieren tener a los estudiantes en prácticas obligatorias, que ahora serán repartidas a lo largo del curso, o prefieren la formación intensiva, con contrato», menciona. En el caso de la dual intensiva, ls empresas no pagan la Seguridad Social del estudiante-empleado y reciben una ayuda de 2.000 euros por alumno con la condición de que contraten como mínimo a uno de los estudiantes al finalizar el ciclo y lo conviertan en tutor de empresa. El II plan integral también pretende pasar de nueve a 16 el número de centros integrados de formación profesional.
FORMACIÓN OCUPACIONAL. La formación profesional para la ocupación tiene el objetivo de actualizar los conocimientos y competencias de los trabajadores, ya estén en paro u ocupados. Está a cargo del SOIB. Ofrece diferentes tipos de formación, la más importante son los certificados de profesionalidad. En 2021, en Balears el 13,6% de la población de 25 a 64 años participó en alguna actividad de formación, quedando por detrás pero cerca del objetivo, que era del 15%. En formación para ocupados, existen los cursos a demanda de las empresas, bonificados, y la oferta del SOIB a través de centros colaboradores.
Mientras que para desocupados se ofrecen certificados de profesionalidad y también programas de formación dual intensiva para colectivos específicos, como jóvenes que ni estudian ni trabajan, colectivos vulnerables o para sectores estratégicos. En 2021 se beneficiaron de estos programas 777 personas. El objetivo de la formación profesional ocupacional es facilitar segundas oportunidades, en el sentido de intentar recuperar a personas que abandonaron tempranamente sus estudios y que se quieren formar en la edad adulta. Sus circunstancias no les permiten estar sin trabajar durante uno o dos años para cursar un ciclo de FP entero, por ello tienen estas otras opciones. Se pueden cursar en Balears 330 certificados de profesionalidad, que vienen a ser partes de un ciclo de FP. Mientras que en la tercera pata del sistema integrado, la de acreditación de experiencia profesional de los trabajadores de las Islas, se ha pasado de unas 500 personas en 2017 que solicitaron el proceso a 1.603 personas en el primer semestre de 2022.
El director general de Model Econòmic i Ocupació del Govern, Llorenç Pou, explica que la política conjunta con Educació en materia de formación profesional es en sí misma una política de modelo económico. «Promovemos la acreditación de las competencias de los trabajadores y desde el SOIB ayudamos a las empresas a hacer procesos de colacación y preselección de candidatos. A través del plan de FP trazamos una estrategia de mejora de la cualificación que permite facilitar el crecimiento de las empresas y a la vez contribuye a atajar el problema del abandono escolar», señala. Pou quita hierro a la falta de personal de las últimas temporadas turísticas. «Hay que tener calma. El año pasado al final se consiguió el personal. Hay algunas dificultades para encontrar personal inmediato en algunas posiciones, pero el mercado se está resituando y las empresas deben cambiar el chip de cómo funciona Recursos Humanos. No les llegarán currículums como recibían antes. Hay que ser proactivos. La formación ocupacional dual la creamos en Balears trabajando conjuntamente con las empresas, y hemos hecho planes piloto de formaciones con compromiso de contratación. Desde el Govern hacemos un esfuerzo para formar, cualificar y generar segundas oportunidades. », concluye.