Hablar de Joan Bennàssar es hacerlo de su obra, siempre ligada a Mallorca a través de su Pollença natal. Inició sus estudios en la Escuela de Artes y Oficios de Palma completó su carrera y completó su formación en Barcelona, al lado de maestros de la talla de Antoni Tàpies.
No se puede definir a Bennàssar como un escultor o como un pintor, sino como un artista capaz de desarrollar ambas facetas con maestría, sapiencia y talento. A lo largo de los años, su obra ha estado influida por diversas tendencias y corrientes, hasta llegar a lo que él mismo define como primitivismo.
Su obra no decora, sino que define, acompaña y completa un espacio. Las creaciones de Joan Bennàssar forman parte de la familia, no están de paso, llegan a tu casa para quedarse.
Las mujeres de sus obras no son perfectas, pero sí sensuales, atractiva, voluptuosas. Muestran el deseo y la realidad que las hace reconocibles y cercanas. Ha instalado sus esculturas en espacios públicos, integrándose en ellos, convirtiéndose en un elemento más del paisaje, completando su belleza sin perjudicarla.