La estrategia de Podemos ante las elecciones –explicada a este periódico desde su equipo de campaña– es sencilla: presentarse como «la única opción de izquierdas» que puede garantizar un futuro Gobierno ‘progresista' presidido por Sánchez o, si finalmente el socialista «elige al PP», dificultar su «giro a la derecha» desde el Congreso y «luchar para que no se dé ni un paso atrás». Quiere ser su ‘guardián'.
Podemos, que sacó su mejor resultado en Balears en las elecciones de 2016 –cuando se presentó con Més y Esquerra Unida– aspira a retener los dos escaños que consiguió en abril y a comparecer ante el electorado de las Islas como un partido «de probada lealtad» allá donde gobierna.
Las elecciones del domingo son las primeras que afronta como «partido de gobierno», aunque sea sólo autonómico. El vicepresidente del Govern, Juan Pedro Yllanes, ni milita en Podemos ni se presenta a estas elecciones. Pero ha participado activamente en la campaña e, incluso, se permitió el sábado pasado aconsejar a Pablo Iglesias y a Pedro Sánchez.
Podemos repite prácticamente lista al Congreso –cayó Marisa Lucas, número 7 el pasado abril y que ahora es la número uno de Más País– y su primera candidata, Antonia Jover, tiene garantizado el escaño. Podemos trabaja para que Lucía Muñoz también repita. Este escaño, de no haberlo conseguido la formación morada, podría haber ido a Ciudadanos pero es que, esta vez, el partido de Rivera sólo luchará por retener el asiento de Mesquida aunque la encuesta del CIS le adjudicara dos.
El modelo balear
La campaña de Podemos ha seguido, desde el primer día, el argumentario estatal. Pero es que, según resaltan desde la dirección, en este argumentario, Balears tiene un papel destacado. No tanto por lo que harán los morados por las Islas como por haber sido el Govern de las Islas un «laboratorio» para el «un Gobierno estatal de coalición».
No es casual que Iglesias elogiara el sábado pasado la «inteligencia» de Francina Armengol y que atribuyera «a Yllanes» algunas de las propuestas que defiende para el Estado, como la agencia estatal de energía o su lucha «contra el cambio climático».
Dos escaños. Eso es lo que busca Podemos por Balears. También acaricia la idea de seguir como segunda fuerza. El partido morado ha logrado en dos ocasiones ser el segundo partido más votado. Tanto cuando la primera opción ha sido el PP como cuando ha correspondido a los socialistas. Pablo Iglesias, informan desde el equipo de campaña, siempre ha tenido en su agenda un acto electoral en Mallorca. La campaña la empezó aquí esta vez y reunió a unas 800 personas.
Podemos estrena aspirantes al Senado. La fuerza del PSOE, y que María Salom fuera candidata del PP al Senado, privó al partido morado de un escaño en la Cámara Alta por Mallorca. Su primer candidato de entonces, Pep Malagrava, logró 71.050 sufragios frente a los 71.891 de Salom. En las elecciones de 2016, Podemos si consiguió escaño que ‘robó' al PSOE.
Podemos, sin embargo, queda lejos de cuando recogió el entusiasmo del 15-M en las europeas de 2014.
Hay un sector de Podemos en Balears, el que estaría representado por Laura Camargo (exsecretaria política y portavoz parlamentaria) y otras figuras destacadas que ya no ocupan cargos y el ‘grupo anticapitalista', que reprochan a la formación morada ser «muleta» del PSIB. Además, entienden que quienes ocupan ahora cargos como quienes están en las candidaturas, lo hacen por decir «amén» a la dirección.
Pese a la proximidad del equipo dirigente de Podemos en Balears con Errejón, no ha habido alusiones a Más País en la campaña y, poco a poco, se ha ido desvaneciendo la idea de que el partido morado fuera a estas elecciones con dos barajas y que si la lista de Errejón sacaba mejor resultado, habría un trasvase de cargos. Para comprobar eso, habrá que esperar a lo que deparen las urnas el domingo.