A la hora dorada, cuando el sol empieza a rendirse sobre la bahía de Talamanca, hay un lugar donde la gastronomía se convierte en paisaje y el paisaje en excusa para quedarse un rato más. Se llama S’Alga, y es mucho más que el restaurante del Hotel Simbad: es una declaración de amor a la cocina mediterránea bien hecha sin prisas y sin disfraz.
No es solo por la cocina (aunque eso bastaría). S’Alga tiene algo que atrapa incluso antes de mirar la carta. Tal vez sea la luz, que aquí parece más cálida y más lenta. O la forma en que el mar se estira a pocos metros de las mesas, como si también estuviera invitado a la cena. Lo cierto es que, frente a la bahía de Talamanca y con las murallas de Dalt Vila al fondo, este rincón gastronómico del Hotel Simbad logra algo que no abunda en la isla: equilibrio entre sabor, entorno y alma.
El ambiente es relajado, de esos que invitan a soltar los hombros, apagar el móvil y pedir algo frío antes de pensar en el siguiente paso. S’Alga es un lugar donde uno llega sin expectativas y se queda con la sensación de haber encontrado exactamente lo que necesitaba. Ideal para un almuerzo largo frente al mar, una cena con amigos, o ese afterwork perfecto que Ibiza aún no sabía que tenía.
La propuesta gastronómica se sostiene en una base sólida: cocina española de raíz, sin disfraz, pero con un giro actual y vibrante. La pata de pulpo en mojo picón es una de esas recetas que dejan huella: potente, suave y con carácter. Los calamares a la andaluza llegan ligeros, con rebozado crujiente y punto de sal preciso. El mollete de codillo con queso manchego es puro comfort food con acento del sur. Y si se trata de compartir, hay pinchos sabrosos y unos nachos con pulled pork que saben llevar el mestizaje al terreno del sabor sin postureo.
Todo ello servido por un equipo con experiencia, sonrisa honesta y un ritmo que acompaña la atmósfera. Nada molesta, nada sobra. Aquí se nota que la prioridad es que el cliente se sienta bien, casi como en casa, pero con el Mediterráneo de fondo.
La carta líquida merece mención aparte. Los cócteles de autor, inspirados en calas ibicencas como Cala Compte o Cala Tarida, son el mar en versión líquida: refrescantes, con ingredientes sorprendentes y una presentación cuidada, sin caer en lo pretencioso. Y si lo tuyo es lo clásico, el espresso martini de S’Alga se ha ganado la reputación de ser uno de los mejores de la isla. No lo decimos nosotros, lo dicen los que repiten.
S’Alga es un lugar para volver, pero sobre todo, para quedarse. Aunque sea solo por una copa más. Aunque sea solo para ver cómo el mar y el cielo se funden una vez más, ahí mismo, al alcance de la mano.
Domingos de Brunch
El brunch dominical del Hotel Simbad es uno de los planes favoritos de los residentes. Por 38€, los asistentes disfrutan de un completo buffet que reúne lo mejor de la cocina mediterránea. Quesos, patés, ensaladas, carnes, pescados, verduras, paella y una irresistible variedad de postres caseros conforman un festín que destaca tanto por su calidad como por su diversidad.