El primer ministro británico, Gordon Brown, confirmó ayer la introducción gradual de escáneres corporales en los aeropuertos británicos, entre otras medidas de seguridad para minimizar el riesgo de embarque de explosivos. En una entrevista con un programa televisivo de la BBC1, Brown insistió en que había que actuar «con rapidez» tras la llamada de alerta que supuso el atentado fallido perpetrado el pasado día de Navidad en un avión con rumbo a Estados Unidos.
«Primero de todo, en los aeropuertos la gente verá la introducción gradual de los escáneres corporales», explicó Brown, quien precisó que también habrá registros en el equipaje de mano en busca de posibles «trazos de explosivos». La gestora aeroportuaria BAA, filial del español Grupo Ferrovial, declaró posteriormente que empezará a instalar los escáneres en el aeropuerto londinense de Heathrow (el mayor del país) «tan pronto como sea práctico», aunque no especificó qué pasajeros deberán someterse a ellos ni si se instalarán en otros aeródromos.
Brown subrayó que hay que «endurecer la seguridad que es esencial». «Hemos reconocido que hay nuevos tipos de armas que utiliza Al Qaeda y tenemos que responder en consecuencia», dijo.
«Este es un nuevo tipo de amenaza y procede de una nueva fuente que obviamente es Yemen, aunque hay otras fuentes potenciales, como Somalia, además de Afganistán y Pakistán», insistió el primer ministro. Tanto los pasajeros que hagan escala como los que hagan transbordo tendrán que someterse a estos controles, indicó Brown durante una entrevista en la BBC británica.
Un portavoz de BAA explicó que «nuestro punto de vista es que una combinación de tecnología, inteligencia y datos nos permitirá levantar una defensa más firme contra la naturaleza impredecible y cambiante de la amenaza terrorista sobre la aviación». Los escáneres ya están siendo probados en el aeropuerto de Manchester después de una serie de tests en Heathrow entre 2004 y 2008. También en Estados Unidos se utilizan ya 40 máquinas en 19 aeropuertos distintos.