La secretaria de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Janet Napolitano, aseguró este lunes que la petrolera británica BP, propietaria del pozo que está provocando el vertido en el golfo de México, tendrá que pagar por el coste de los daños ocasionados no sólo al Gobierno estadounidense sino también a los ciudadanos de a pie.
Napolitano, que junto con el secretario del Interior, Ken Salazar, se reunirá este lunes con directivos de BP en Washington, aseguró en declaraciones a la ABC que quiere asegurarse de que las personas afectadas por la marea negra puedan reclamar mediante un proceso claro y reciban «un rápido reembolso».
«Van a pagar por los costes al Gobierno federal, a los estados y, lo que es más importante, a los individuos y comunidades, que serán los que resulten más directamente impactados», aseguró la secretaria de Seguridad Nacional.
Por otra parte, Napolitano consideró inaceptable que BP pida a los pescadores contratados para que ayuden en las tareas de limpieza que firmen formularios en los que se limitaría la responsabilidad de la petrolera. «Estoy estudiando esta cuestión ahora mismo», indicó. «He sido alertada de ello y si ese fuera el caso, es una práctica que queremos que se cese inmediatamente», subrayó.
El presidente ejecutivo de BP, Tony Hayward, indicó a esta cadena que se ha puesto fin a la práctica. «Fue un error inicial, sinceramente. Estábamos usando un contrato estándar pero ya lo hemos eliminado», aseguró.
Entretanto, el fiscal general estadounidense, Eric Holder, anunció este lunes que el Departamento de Justicia forma parte de la investigación que se está llevando a cabo en relación con el vertido. Una fuente de dicho Departamento indicó posteriormente que en la fase actual no se trata aún de una investigación criminal.
La marea negra, que se estima tiene el tamaño de la isla de Puerto Rico, amenaza a cuatro estados norteamericanos y cientos de kilómetros de costa, entre los que hay algunos espacios naturales protegidos. Por el momento ya han aparecido algunas informaciones de animales afectados por el vertido, incluidas aves y tortugas.
Además, se ha cerrado a la pesca más de 17.600 kilómetros cuadrados desde el río Mississippi hasta el Panhandle, en Florida, durante al menos diez días.