Los 20 millones de jubilados alemanes verán aumentar en 2011 un 1 por ciento sus pensiones, según informó ayer en Würzburg (sur) la presidenta de la Oficina Federal de Pensiones, Annelie Buntenbach. Debido a la crisis, las pensiones en 2010 quedaron congeladas y a principios de este año los analistas apostaban por la misma solución de cara a 2011. «La situación de ajuste parece haberse aliviado, y aunque no se pueda hablar de abundancia, será mejor de lo pensado hasta ahora», dijo Buntenbach.
Aportaciones
Según Buntenbach, las aportaciones de los trabajadores a su futura pensión se mantendrán estables en el 19,9 por ciento hasta 2013, mientras que en 2014, probablemente, se reducirán en un 0,6 por ciento hasta el 19,3 por ciento.
Las previsiones de crecimiento del Producto Interior Bruto (PIB) por parte del Gobierno alemán se sitúa en el 3,4 por ciento para este curso.
Por otra parte, según un estudio hecho público ayer, la corrupción, los desfalcos y otros delitos causan daños valorados en al menos 2.000 millones de euros al año en las administraciones públicas germanas. No menos de 20.000 casos de corrupción se registran anualmente en las administraciones públicas.