El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, viajó ayer por sorpresa a Afganistan, donde tiene previsto entrevistarse con el presidente Hamid Karzai y con el jefe del Mando Conjunto Central de EEUU, general David Petraeus, informó la Casa Blanca.
El viaje de Obama, que duró unas seis horas, se produce en un momento complicado en sus relaciones con Afganistán, por el recrudecimiento de la guerra, que ha causado un aumento de las bajas estadounidenses, y por las sospechas de corrupción en el gobierno de Karzai, como revelan algunos de los cables filtrados por WikiLeaks.
No obstante, fuentes de la Casa Blanca informaron que el principal motivo del desplazamiento de Obama es reunirse con los soldados y agradecerles su sacrificio.
Informe
Además, el presidente visitará las instalaciones hospitalarias para conocer a ocho pacientes, cinco soldados y tres contratistas civiles.
Durante su estancia en la base, el presidente se reunió con el general Petraeus y con el embajador de EEUU en Afganistán, Karl W. Eikenberry, para hablar del informe que deben presentar este mes en Washington sobre el progreso en la guerra en el país centroasiático.
Hace apenas unos días, el Pentágono admitió que el progreso en la guerra en Afganistán estaba siendo «irregular» y calificó de «modestos» los avances contra los insurgentes talibanes pese al aumento de tropas estadounidenses.
En un informe, el informe del Pentágono reveló que el nivel de violencia en el país afgano es el mayor registrado en los nueve años que van de guerra, con un 70% más de incidentes en combate en el último año.
Entre 2007 y 2010, el aumento de ese tipo de incidentes ha sido de un 300%, según el informe.
Desde la base de Bagram, Obama tenía previsto mantener una videoconferencia con el presidente Karzai que, según fuentes de la Casa Blanca, permanece en Kabul debido al mal tiempo. Finalmente, el contacto se realizará vía telefónica.
En los últimos días, cables diplomáticos filtrados por la web WikiLeaks han detallado la frustración del Gobierno estadounidense por la corrupción en Afganistán, que afecta a todos los niveles del Gobierno. Los cables también revelan que el presidente afgano aprobó la liberación de narcotraficantes y criminales detenidos por las fuerzas internacionales.