Un diplomático estadounidense mostró su convencimiento de que la intervención personal del presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, evitó en 2007 que Rolls-Royce sellara un lucrativo contrato de venta y mantenimiento de motores de helicóptero con el Ejército español en favor de la americana General Electric.
Así lo revelan cables diplomáticos filtrados por la página web WikiLeaks y publicados ayer por el dominical The Observer, en los que se desvelan las comunicaciones secretas con Washington mantenidas por el embajador saliente de EEUU en España, Eduardo Aguirre.
En uno de esos cables, Aguirre expresó su convencimiento de que la mediación de Zapatero motivó que fuera finalmente la empresa norteamericana General Electric la que arrebatara a la compañía británica de automóviles y motores para aviones civiles Rolls-Royce un contrato estimado en unos 236 millones de euros.
De acuerdo con lo recogido por el citado periódico, Aguirre se refirió en estos cables al líder socialista como un «político oportunista» y le describió como «un político astuto con una asombrosa habilidad -como un gato en una jungla- para percibir la oportunidad o el peligro».
Según The Observer, el Ejército español había optado por llegar a un acuerdo con Rolls-Royce hasta que dicha decisión quedó invalidada a decisión del despacho del primer ministro.
El embajador había informado a Zapatero de las quejas de EEUU por el trato del Gobierno español con las empresas norteamericanas en acuerdos subvencionados públicamente.
El presidente del Gobierno español pidió, entonces, al embajador que le comunicara si había algo importante con relación al Gobierno estadounidense «y que él se encargaría de ello».
El rotativo señala que EEUU empezó entonces a «defender» los intereses de GE para suministrar y mantener 90 motores y la propia empresa informó al embajador estadounidense de que cerraría sus operaciones en España a menos que lograran el citado acuerdo con el Ejército español, un mensaje que el embajador traspasó al asesor económico de Zapatero.
«Aunque había suficiente evidencia para sugerir que el Ministerio español de Defensa había optado por dar el contrato a Rolls-Royce, (Zapatero) invalidó la decisión», según el cable.