La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, y el príncipe de Asturias, Felipe de Borbón, hablaron ayer de las relaciones comerciales, culturales y de cooperación entre España y el país suramericano, durante un encuentro que tuvieron en Brasilia. La entrevista con el heredero de la Corona española fue la primera reunión bilateral con un mandatario extranjero de Rousseff, que asumió la presidencia de Brasil el sábado, y duró 40 minutos, más de lo previsto.
En el encuentro, Rousseff y el príncipe constataron el «buen» estado de la implementación de las compañías españolas en Brasil, sobre todo en los sectores energético, tecnológico y financiero. Coincidieron en analizar que sería «bueno para ambos países» un aumento de la presencia de las empresas españolas en el país suramericano, aprovechando las perspectivas de crecimiento que se abren con la celebración de grandes eventos como el Mundial de fútbol de 2014 y los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro de 2016.
La mandataria brasileña señaló su interés en atraer inversiones de España, comentó las oportunidades para la mano de obra cualificada del país europeo que se abren en Brasil y también mostró su interés en incrementar la presencia de las empresas de su país en España. También hablaron de la posibilidad de aumentar la cooperación en el área de defensa y en la industria militar, aunque no analizaron ningún proyecto en concreto en esta materia.