El Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) aseguró hoy en Viena que la situación en la planta nuclear japonesa de Fukushima está mejorando, pero advirtió de que sigue siendo «muy grave».
Graham Andrew, asesor científico del organismo, dijo que existe una «continua mejora», aunque reconoció que «aún es demasiado temprano para decir que (la situación) deja de ser muy grave».
El experto de la agencia nuclear de la ONU explicó que la presión en la vasija del reactor de la unidad 3, que había subido hasta niveles preocupantes el domingo, ha vuelto a bajar.
Por otra parte, se ha restablecido la electricidad en la unidad 2 de la planta, lo que Andrew calificó como «positivo», mientras continúan los trabajos de restauración del flujo eléctrico hacia las unidades 3 y 4.
Eso sí, el OIEA sigue desconociendo los niveles de agua y su temperatura en las piscinas de combustible nuclear usado en las unidades 1, 2, 3 y 4, mientras que en las unidades 5 y 6 la temperatura está bajando.
Para poder controlar la radiación procedente del combustible usado es necesario que los técnicos japoneses enfríen las barras que suelen estar en piscinas repletas de agua.
Para ello, se está también inyectando agua de mar, precisó Andrew en declaraciones a la prensa en la sede del OIEA en Viena.