La autoridad de control aéreo de Islandia (Isavia) cerró ayer el espacio aéreo islandés de forma temporal por la erupción del volcán Grimsvoetn, pero no espera que la situación afecte al resto del espacio aéreo europeo.
Isavia había ordenado inicialmente la prohibición de vuelos en un radio de 220 kilómetros alrededor de Grimsvoetn, pero decidió ampliarla ayer debido a la propagación de la ceniza.
El año pasado, la erupción de otro volcán islandés, el Eyjafjallajoekull, provocó un caos aéreo durante semanas que colapsó el tráfico internacional de toda Europa. Aunque la nube de ceniza llegó a alcanzar ayer los 20.000 metros de altura, se trata de un tipo más espesa que la del Eyjafjallajoekull, por lo que no se puede desplazar tan rápido, de ahí que se descarte inicialmente que pueda afectar a otras partes de Europa, según la Oficina Meteorológica de Islandia.
La ceniza expulsada por el volcán islandés Grímsvötn, el más activo del país y que entró el sábado en actividad, podrían llegar al oeste de Francia o al norte de España en torno al próximo jueves o viernes de continuar la intensa erupción desencadenada el pasado sábado, según informaron las autoridades meteorológicas.
Por el momento, la organización europea para el control del tráfico aéreo, Eurocontrol, no espera que la erupción del volcán islandés afecte al desarrollo de vuelos europeos y transatlánticos durante las próximas 24 horas.
Eurocontrol
Según Eurocontrol a ceniza se está desplanzando lentamente en dirección noreste.
«Actualmente no se detecta impacto en los vuelos europeos o transatlánticos y se espera que la situación siga igual a lo largo de las próximas 24 horas», indicó el organismo en un comunicado.