Alemania sigue dando palos de ciego en busca del origen de la bacteria E. coli. Un restaurante de la ciudad de Lübeck, en el norte de Alemania, puede ayudar a esclarecer que se ha cobrado ya 18 vidas en el país y una en Suecia, ya que 17 personas enfermaron tras comer en ese local, informaron ayer los medios locales.
«El restaurante no tiene culpa ninguna, pero es posible que la cadena de proveedores pueda aportar el dato decisivo que ayude a determinar cómo entró en circulación el germen patógeno», declaró el microbiólogo Werner Solbach, de la Clínica Universitaria de Lübeck, a la prensa alemana.
En tanto, el semanario Focus apunta en su portal en internet a la posibilidad de que el origen pueda estar en las celebraciones por el aniversario del puerto de Hamburgo celebradas a principios de mayo.
Primeros pacientes
Cerca de 1,5 millones de personas visitaron la fiesta entre el 6 y el 8 de mayo y una semana más tarde se registraron los primeros pacientes con diarreas sangrantes en la clínica universitaria de Eppendorf de Hamburgo, el tiempo que corresponde al desarrollo típico de una infección de «E. coli», según la publicación.
Mientras, el número de enfermos no deja de crecer y ya son más de 2.000 las personas infectadas o bajo sospecha de que pudieran estarlo, de las cuales 520 padecen el peligroso síndrome urémico hemolítico (SUH).
La repercusión de la crisis alimentaria ha llegado a Estados Unidos, cuyas autoridades ya han anunciado que aumentarán la vigilancia de las importaciones de tomates, pepinos y lechugas de la Unión Europea.
Rusia ya cerró sus fronteras a los productos de la UE, al igual que otros importadores.
Dada la situación, la Comisión Europea (CE) ofreció ayer ayuda a Alemania en las investigaciones que se están llevando a cabo para determinar el origen de la bacteria «E. coli» causante de un brote infeccioso en ese país.
El Ejecutivo comunitario está dispuesto a participar en los trabajos y a verificar los resultados para acelerar la identificación de la fuente de infección, indicó en un comunicado el comisario europeo de Sanidad, John Dalli.