Alemania confirmó ayer la presencia de la letal variante de la bacteria 'E.coli' en semillas germinadas, horas después de que el Gobierno levantara la alerta sobre pepinos, lechugas y tomates como foco de una infección que ha causado 32 muertos en este país y uno en Suecia.
Tras semanas de una crisis sanitaria, que ha comportado daños multimillonarios al sector agrícola de media Europa, se halló la presencia de esa agresiva bacteria en un paquete de semillas encontrado en la basura de una familia de la región de Bonn (oeste de Alemania), dos de cuyos miembros habían contraído la infección.
Cerca de 3.000 afectados
Los vegetales procedían de la granja ecológica del estado septentrional de Baja Sajonia señalada por el Instituto Robert Koch como «foco más probable» de esa infección, cuyo cómputo de afectados se sitúa en 2.800 pacientes ingresados en Alemania, de los cuales 722 desarrollaron el peligroso síndrome urémico hemolítico (SUH).
El primer caso de un infectado por esa variante letal se detectó el 1 de mayo y unas semanas después se produjeron los ingresos masivos de afectados.
Desde el 25 de mayo, en que el Instituto Robert Koch recomendó no comer estas verduras crudas, tales hortalizas habían quedado prácticamente proscritas de muchos supermercados del norte del país.
Un día después de lanzarse la alerta general, las autoridades de Hamburgo concentraron las sospechas en los pepinos españoles, tras detectarse una partida potencialmente infectada con esa cepa.
La alarma sobre los productos españoles se levantó días después, pero persistió la recomendación de no consumir pepinos, lechugas ni tomates crudos fuera cual fuera su procedencia, lo que derivó en daños multimillonarios en el sector agrícola, español y europeo.
A esa alerta general sobre las hortalizas siguió, el fin de semana pasado, la lanzada sobre las semillas germinadas de la granja de Baja Sajonia, aunque hasta el jueves no se retiró la recomendación sobre pepinos, lechugas y tomates.