Las bolsas europeas abrieron hoy con fuertes caídas, al igual que el euro, afectados por las nuevas noticias de la crisis griega.
La Bolsa de Milán abrió hoy a la baja y su índice selectivo FTSE-MIB cedía un 3,28 % para situarse en los 13.560,65 puntos.
El índice general de la bolsa de valores de París registró hoy una caída del 2,93 % y se situó en 2.887,53 puntos.
La Bolsa de Londres abrió hoy a la baja y su índice general, el FTSE-100, retrocedía 119,96 puntos, un 2,30 por ciento, y se situaba en los 5.094,69 enteros
La bolsa de Fráncfort abrió hoy a la baja y su índice DAX 30 cedía en los primeros compases de la negociación un 2,69 por ciento, hasta 5.050 unidades.
En Madrid, su principal indicador, el IBEX 35, perdía al comienzo de la sesión el 2,25 % y los 7.800 puntos, afectado también por la potencial quiebra de Grecia, las desavenencias en el Banco Central Europeo (BCE) y las sucesivas advertencias del Fondo Monetario Internacional (FMI).
El euro cayó hoy a su mínimo en diez años frente al yen en el mercado de divisas de Tokio, donde perdió el nivel de las 105 unidades y se llegó a intercambiar temporalmente por 104,27 yenes.
En el mercado de divisas de Fráncfort también abrió a la baja y se cambiaba a 1,3531 dólares, frente a los 1,3720 de la jornada anterior.
La fuerte caída de la moneda única europea fue recibida con inquietud en la Bolsa de Tokio, que terminó la sesión con un fuerte descenso del 2,31 por ciento de su selectivo Nikkei y lo arrastró hasta los 8.535,67 puntos, su mínimo desde abril de 2009.
El ritmo de caída del euro ha disparado los rumores sobre una eventual nueva intervención de Japón en el mercado de divisas para apreciar la divisa europea, lo que supondría la primera medida de este tipo respecto al euro desde mayo de 2003.
Los inversores optaron por deshacerse de moneda europea en medio de la preocupación por los problemas de deuda en la eurozona.
Según una información que publica la revista alemana «Der Spiegel», que cita fuentes del Ministerio de Finanzas, el gobierno de ese país alemán cuenta con la quiebra de Grecia y está preparando un plan para hacerle frente y reducir el peligro de contagio a otros países.
El Gobierno griego aprobó ayer nuevas medidas para evitar la quiebra y anunció un nuevo impuesto para todos los dueños de cualquier tipo de propiedad inmobiliaria, con el objetivo de recaudar unos 2.000 millones de euros de aquí a finales de año.
El primer ministro, Yorgos Papandreu, dijo que su gobierno asumirá «todas las medidas que sean necesarias» y reafirmó que sus programas y los cambios harán que la deuda, que supera actualmente los 350.000 millones de euros, sea «completamente sostenible».
La preocupación del mercado tokiota también se debió a la dimisión el pasado viernes del economista jefe del Banco Central Europeo (BCE), Juergen Stark.
Mientras tanto, el comisario europeo de Asuntos Económicos, Olli Rehn, ha cancelado una la rueda de prensa que tenía prevista para hoy por «inesperadas limitaciones de agenda de naturaleza privada», según ha informado la Comisión Europea (CE).
Rehn tenía planeado comparecer ante los medios con motivo de la presentación del informe anual de Bruselas sobre la situación y la sostenibilidad de las finanzas públicas en los países de la Unión Europea (UE).