El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, presentará hoy al Congreso su plan para reducir el déficit, que incluye un nuevo impuesto mínimo para los millonarios para asegurar que estos paguen las mismas tasas federales que la clase media.
El proyecto de Obama será la propuesta central en sus recomendaciones a un comité especial del Congreso que debe decidir, antes de diciembre, cómo recortar hasta 1,5 billones de dólares al déficit del país en la próxima década.
En el centro del plan se encuentra la llamada «regla Buffett», bautizada como el multimillonario Warren E. Buffett en honor a su constante denuncia de las desigualdades entre los más contribuyentes más adinerados y los de clase media a la hora de pagar sus impuestos, según adelantó ayer el New York Times.
Los ricos pagan menos
Mientras que los salarios se gravan a una tasa de entre el 10 y el 35 por ciento, los beneficios de inversiones están sujetos a una tasa fija del 15 por ciento, lo que provoca que los estadounidenses más ricos paguen generalmente una proporción menor de sus ingresos en impuestos federales que los de clase media. Para salvar esa brecha, el presidente propondrá un nuevo impuesto mínimo para aquellos que ganan más de 1 millón de dólares al año y que se enriquecen fundamentalmente a raíz de dividendos y ganancias de capital.
La tasa afectará únicamente a alrededor de 450.000 estadounidenses, que conforman el 0,3 por ciento de contribuyentes con mayores fortunas del país. La «regla Buffett» reemplazaría a la actual Tasa Mínima Alternativa, creada para asegurar que todos los estadounidenses pagan un porcentaje mínimo de sus ingresos en impuestos.