La canciller alemana, Angela Merkel, se mostró ayer dispuesta a una nueva recapitalización de la banca, y apuntó a una posible revisión al alza de las pérdidas que tendrá que asumir el sector privado en el marco del segundo rescate a Grecia. Las dudas sobre la solvencia del sector financiero europeo y el temor a que la primera víctima, la entidad franco-belga Dexia, provoque un efecto dominó en Europa y afecte a los bancos sistémicos, han aupado de nuevo el debate sobre un nuevo plan de recapitalización a lo más alto de la agenda de los líderes europeos.
Merkel consideró ayer «apropiada» una nueva inyección de fondos en la banca europea si Europa llega a la conclusión de que, a la vista de las actuales circunstancias en los mercados, las entidades no disponen de suficiente capital para resistir la crisis de la deuda. «Alemania está preparada para llevar a cabo esa recapitalización, si fuera necesario», señaló en la rueda de prensa posterior a su encuentro con el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, y el colegio de comisarios en Bruselas.
Nueva líder
La canciller alemana, que ejerció ayer como líder de la UE, opinó no obstante, que para ello los jefes de Estado y de Gobierno deben tomar su decisión en base a unos criterios concretos y unificados que han de elaborar los expertos, lo que tomará tiempo, aunque admitió que el tiempo se acaba.
Las bolsas europeas rebotaron con fuerza, tras tres jornadas de caídas significativas, animadas por una eventual recapitalización de la banca, a la que ayer dio su apoyo de forma directa Merkel. Todos los índices europeos cerraron con importantes ganancias, liderados por el DAX alemán y el CAC 40 francés, que se revalorizaron el 4,91% y el 4,33%, respectivamente.
El italiano FTSE MIB también registró una importante subida, del 3,94%, seguido del británico FTSE 100, con el 3,19 %, y del IBEX 35, con el 3,06%.