Al menos 44 personas murieron ayer en Damasco y 100 resultaron heridas por un doble atentado, uno de los más sangrientos ocurridos en Siria, lo que desató las alarmas en un momento de gran tensión en el país tras la llegada de observadores de la Liga Árabe.
Dos fuertes explosiones se produjeron sobre las 10.00, hora local (08.00 hora GMT) en el distrito de Kafar Souseh, cerca de varios complejos de la Inteligencia siria. La agencia oficial de noticias, Sana, detalló que se trató de dos ataques suicidas con coche bomba que estallaron de manera casi simultánea en las inmediaciones de dos edificios de la Seguridad Central.
Al Qaeda
Poco después, la agencia de noticias destacó que las investigaciones preliminares apuntaron a la organización terrorista Al Qaeda como responsable del doble atentado.
Por su parte, el Consejo Nacional Sirio, el principal órgano de la oposición siria, responsabilizó al régimen del presidente Bachar al Asad, del suceso.
El portavoz del CNS Omar Edelbe explicó que el régimen pretende «desorientar» a los observadores árabes y hacer creer que está «enfrentando un peligro externo y no una revolución popular».
En este contexto, un grupo de observadores de la Liga Árabe llegó el jueves a Siria para comprobar el cumplimiento de del cese de la violencia, la liberación de los detenidos y el repliegue militar.
la gravedad de los atentados marca un punto de inflexión en la capital siria, que hasta ahora se había mantenido relativamente tranquila.