Siria rechazó hoy la petición de la Liga Árabe de que su presidente, Bachar al Asad, traspase el poder al vicepresidente y la calificó de «complot conspiratorio», informó la agencia de noticias oficial, Sana, que cita una fuente oficial.
Según la fuente, Siria considera la resolución adoptada el domingo como «una violación de su soberanía nacional, una interferencia flagrante en sus asuntos internos y una infracción descarada de los estatutos de la Liga Árabe».
La Liga Árabe le abrió ayer la puerta de salida al presidente sirio, Bachar al Asad, al pedirle que transfiera sus poderes al vicepresidente y forme un gobierno de unidad nacional que dirija al país hacia elecciones libres.
En una solución muy parecida a la que el Consejo de Cooperación del Golfo (CCG) propuso para el Yemen -y que ha supuesto la renuncia «de facto» del presidente yemení, Alí Abdalá Saleh-, los países árabes trazaron una completa hoja de ruta para acabar con la crisis en Siria. El propio jefe del grupo de contacto para Siria de la Liga Árabe, el ministro catarí de Exteriores, Hamad bin Yasim bin Yaber al Zani, destacó que esta hoja de ruta es «similar» a la aplicada en Yemen.
Inesperado
El comunicado de la Liga Árabe, que se reunió ayer en El Cairo para evaluar el informe final de su misión de observadores en Siria, propuso de forma inesperada un plan que propugna el inicio de un diálogo entre oposición y el Gobierno en dos semanas, de cara a formar un Ejecutivo de unidad nacional. Este gobierno, que deberá estar constituido en un plazo de dos meses, estará dirigido por una persona de consenso y su misión será aplicar el plan y preparar las elecciones parlamentarias y presidenciales bajo supervisión árabe e internacional.
El organismo insta a Al Asad a transferir entonces sus poderes a su vicepresidente para que «coopere con el gobierno de unidad». El plan prevé también que el futuro gobierno encargue de la redacción de una nueva constitución que será aprobada en referéndum.
Una nueva ley electoral deberá elaborarse en un plazo de seis meses, tras lo cual se convocarán las elecciones presidenciales, luego el referéndum constitucional y finalmente elecciones legislativas. La hoja de ruta se anunció después de que los ministros examinasen el informe de la misión árabe en Siria, que será prorrogada en un mes y que Arabia Saudí decidiera retirar sus observadores.