El primer ministro británico, David Cameron, defendió ayer ante el presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, que es el pueblo de Gibraltar el que «debe determinar su futuro».
Así se pronunció en rueda de prensa conjunta en Downing Street, en la que constató que España y el Reino Unido mantienen posiciones divergentes al respecto y donde confirmó que Londres no iniciará ningún tipo de diálogo con España sobre Gibraltar con el que los gibraltareños no estén de acuerdo.
Tras insistir en que ambos países mantienen «diferentes posiciones», Cameron confirmó que la de Londres «no ha cambiado». «Es algo que depende de la gente de Gibraltar y decimos 'no' a cualquier negociación que los gibraltareños no quieran que llevemos», mantuvo el 'premier'.
Rajoy confirmado las palabras de su colega británico al hablar de «posiciones diferentes», si bien en su intervención evitó negar la posibilidad de diálogo. De hecho, aseguró que los ministros de Exteriores de ambos países seguirán «hablando en el futuro» de Gibraltar.
Dos líneas de diálogo
En el almuerzo que Rajoy mantuvo con Cameron previo a la rueda de prensa, el presidente del Gobierno le expuso que para este Ejecutivo el diálogo sobre Gibraltar debería establecerse en dos tipos de ámbito diferentes.
Uno de ellos debería girar en torno a la disputa sobre la soberanía, y en este diálogo, en opinión de España, solo pueden participar España y Reino Unido, según explicaron fuentes gubernamentales españolas.
El segundo tendría que ver con la cooperación entre Gibraltar y sus poblaciones vecinas, y en este tipo de diálogo «deben estar presentes los españoles del campo de Gibraltar y los gibraltareños».
En cualquier caso, las fuentes señalaron que como de momento no hay acuerdo, los ministros de Exteriores seguirán hablando del asunto mañan jueves, cuando coincidirán en la Conferencia sobre Somalia que el Gobierno de David Cameron ha organizado en Londres.