Estados Unidos presentó ayer cargos contra Jalid Shaij Mohamed, el cerebro de los ataques del 11 de septiembre de 2001, y contra otros cuatro prisioneros de Guantánamo en relación con esos atentados, por los que podrían ser condenados a pena de muerte, informó el Departamento de Defensa. Mohamed, Walid Muhamad Salih Attash Mubarak bin Attash, Ramzi Binalshibh, Ali Abdul Aziz Ali y Mustafa Ahmed Adam al Hawsawi fueron acusados de ser los responsables de la planificación y ejecución de los atentados del 11-S, en Nueva York, Washington DC, y Shanksville (Pensilvania), en los que murieron 2.976 personas.
Los cargos incluyen terrorismo, secuestro de aeronaves, conspiración, asesinato en violación de la ley de la guerra, ataques contra civiles, ataques contra objetivos civiles, causar intencionalmente lesiones corporales graves y la destrucción de la propiedad en violación de la ley de la guerra.
Pena de muerte
«Si resultan culpables, los cinco acusados podrían ser sentenciados a muerte», indicó el Departamento de Defensa en un comunicado, en el que especificó que los cargos pidiendo la pena de muerte se formularon según la Ley de Comisiones Militares de 2009.
El Pentágono designará un juez militar para la lectura de los cargos a los detenidos en la prisión militar de Guantánamo (Cuba) en los próximos 30 días.
El Departamento de Defensa facilitará a los acusados, además de su equipo defensor, asesoría sobre el proceso en casos de pena de muerte para ayudarles en su defensa, indicó.
Jalid Shaij Mohamed, ciudadano paquistaní, considerado el cerebro de los atentados del 11 de septiembre, está detenido en Guantánamo desde hace más de cinco años y es uno de los 16 presos que Estados Unidos considera de «alto valor». La Casa Blanca ha reiterado el «compromiso» del presidente de Estados Unidos, Barack Obama, para llevar ante la Justicia a los responsables de los atentados del 11 de septiembre de 2001.